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Thursday, June 11, 2015

Vanilla planifolia Jacks. ex Andrews 1808, "in situ", in the Rio Abajo forest, Puerto Rico









I found this orchid some years ago during a hike in the Rio Abajo forest.   The orchid was growing over several living trees, on stumps and on some places crawling over the fallen branches and the leaf litter.   In this small spot of the forest the stems of this orchid were all over the place.  However my enthusiasm over finding this plant was tempered by the fact that I could not find any evidence that the stems that were under eye height, and therefore accessible to being photographed, had ever bloomed.  Some of the stems were fifty or more feet up in the trees and I surmised that it was there, where the plant was exposed to the greatest sunlight, that the flowers were produced.

I visited the plants every year on what I suspected was its blooming season, but I could not locate any evidence that it had bloomed.   Then about two weeks ago, I noticed that some of the stems were producing inflorescences, luckily a few were low enough that I could take photos of the flowers.
 
The flowers last a single day, I have noticed that the inflorescences have one flower open at a time.  The inflorescences attract ants, you can see them around the bases of the flower buds.   The inflorescences are not uniformly distributed through the stems.  Almost all of the inflorescences I found were on the stems that were getting the most sun.  None of the stems that were growing on the deep shade had flowers and neither did the undersized stems that were crawling on the ground.   
                                                                                                   

This orchid is used to produce commercial vanilla, it is native of Mexico.    This orchid seems to be doing quite well on its own.  I have only found a single seedling, it growing at the base of a huge teak tree.  Unfortunately, the small plant didn’t survive when snails attacked it.    All the other plants I have seen have been either large adults or pieces that have fallen from the canopy and are starting to produce roots and climbing growths.

Thursday, May 8, 2014

Xenotoca eiseni, Mexcalpique de cola roja

Macho
Hembra


Macho inseminando a la hembra


Macho junto a un gupi Ender sub adulto
Adquirí  una pareja de estos pececillos hace unos cuatro años atrás en diciembre del 2010.  Este pez es originario de México, es un miembro de la familia de peces vivíparos conocida como Goodeidae.   Estos peces, hasta donde sé, no son producidos en masa de forma comercial, sino más bien por aficionados especializados que mantienen pequeñas poblaciones en cautiverio.   La pareja fue colocada en una pecera de 10 galones sembrada de Elodea y algas filamentosas.  Eran aun peces jóvenes y por un tiempo no vi crías, aunque es probable que las estuvieran produciendo y las canibalizaran ya que la pecera no ofrecía refugios seguros para peces recién nacidos.  Eventualmente moví a la pareja a una pecera de treinta galones larga donde ahora vive un grupo de sus descendientes.   Los Xenotoca comparten esta pecera con un grupo de cíclidos, Amatatlilia siquia producto del primer desove de esa especie en mis peceras.  Todos los siquia de tamaño normal los regale, pero me quede con los que se quedaron enanos porque los encuentro bonitos y no tienen la desagradable tendencia a reproducirse todo el tiempo, todos conocemos los problemas que causan los cíclidos cuando en una comunidad de peces cuando están en reproducción.  Estos enanititos comparten la pecera con los Xenotoca en completa armonía, no he visto ni agresión ni una sola aleta rota desde que están juntos.

Tengo a mis peces en agua de lluvia, aun cuando la recomendación es que el agua “dura” es mejor para ellos.  La razón es que el agua local tiene una buena cantidad de carbonato de calcio el cual se deposita en el cristal de la pecera eventualmente opacando hasta cierto punto la transparencia del cristal.  Los minerales en el agua local también forman una molesta y desagradable costra en el cristal a la altura de la superficie del agua, la cual hay que remover constantemente usando una navaja.  Los Xenotoca no parecen sufrir en forma alguna por estar en agua “suave”.

Los peces toleran las variaciones de temperatura local del bosque de Rio Abajo sin dificultad.  Aun en las mañanas más frías, cuando la temperatura del agua está cerca de los 65° F no he notado cambios en su comportamiento.  La temperatura local en su punto más alto en el verano llega a cerca de los 84° F, lo cual tampoco parece afectar a los peces de forma alguna.  

Alimento los peces con comida seca en hojuelas, que macero un poco antes de dársela ya que las bocas de estos peces son relativamente pequeñas en comparación con las hojuelas.  Les doy una pequeña cantidad de comida todos los días.  Una o dos veces a la semana les doy pedacitos de camarón que he rallado en un guayo hasta que se producen partículas que los pececillos puedan ingerir fácilmente.  Los peces también comen del alga filamentosa que crece en abundancia en la pecera, sobre los cristales y sobre los tallos y hojas de la Elodea.  Según he leído, aunque estos peces son omnívoros, necesitan consumir cierta cantidad de algas en su dieta para mantener una buena salud¹.  Infrecuentemente les doy larvas de mosquito y “bloodworms”, usualmente cuando las encuentro en algún envase que ha acumulado agua inadvertidamente.  Las larvas de insectos son consumidas con voracidad y rapidez.

Estos peces pueden llegar a las dos pulgadas y media de largo.  En mis peceras los machos desarrollan color desde relativamente pequeños pero tardan tiempo en alcanzar el tamaño adulto.  Son peces rechonchos, pero a la vez muy agiles y activos.    No son peces tímidos y responden con rapidez y entusiasmo cuando se les alimenta.   Las crías son relativamente grandes al nacer.  Nunca he hecho un esfuerzo por salvar las crías, con los que sobreviven en la vegetación basta con mantener la población estable.
El comportamiento de estos peces no es particularmente complejo. Su patrón de comportamiento principal es la búsqueda de alimento.  Cuando me acerco a la pecera su respuesta inicial es  esconderse en la vegetación, pero en cuestión de unos pocos segundos salen a ver si les he traído algo de comer.   Los machos cortejan a las hembras a las hembras con una danza temblorosa que hacen frente a ellas.  Para mi sorpresa pude observar a una hembra que estaba siendo cortejada por un macho subadulto responder con movimientos de lado a lado que más bien parecían de agresión.  No quisiera dar a estos comportamientos una interpretación antropomórfica, pero la impresión que recibí fue que la hembra le decía al macho “¡déjame quieta ya!”.

Los peces en las fotos son subadultos que aún no han alcanzado su tamaño adulto.  Los adultos son significativamente más grandes.  Estos peces pueden vivir por varios años si se les cuida bien.  Su biología reproductiva es fascinante ya que no son ovovivíparos,  sino verdaderos vivíparos que alimentan a sus crías en la gestacion por medio de estructuras especializadas.    No recomiendo que se tenga a estos peces con peces delicados, tímidos o de aletas largas.   


¹Schliewen Urich. 1992. Aquarium Fish.  Barron’s

Tuesday, October 19, 2010

Zoogoneticus tequila, English version


They come from central Mexico, the females are assertive, powerful and the males desire and fear them. The males are handsome, aggressive but cannot avoid being controlled by the females which henpeck them mercilessly. I'm not referring in these lines to the plot Mexico's latest soap, but the behavior of the viviparous Mexican fish Zoogoneticus tequila.

The Zoogoneticus tequila is known in English as the "Crescent Goodeid" due to the coloration of the tail fin of the male or the "Tequila splitfin" in recognition of the anatomy of the anal fin of fish in the Goodeidae family. I don't know if it has been awarded a common name in Spanish as it is not available locally in the commercial aquarium trade but in this article it will be called the Tequila. The Tequila nickname refers to a volcano in the vicinity of its natural habitat. Fish of the Goodeidae family are distinguished by a number of fascinating biological and anatomical adaptations that separate them from other livebearers, these make them an interesting subject for the aquarist. Their behavior is also of interest because unlike other viviparous fished Zoogoneticus interacts with other fish in the same way that Mike Tyson interacted with Evander Hollyfield's ear in that unforgetable fight.
We will start by detailing the reproductive adaptations of this species. The male fish of the family Goodeidae lack a gonopodium, this immediately distinguishes Zoogoneticus from other viviparous fish common in the market such as guppies, swordtails and mollies. Because they have no specialized structure such as the gonopodium, males use the first few anal fin spines to transfer sperm to the female. The females do not store sperm so they have to be fertilized every time they produce a litter, in this respect they are unlike the Poeciliae such as guppies and mollies. The young develop inside the female and produce a structure called trophotaenia which comes out of their bellies and allow them to absorb nutrients from the mother's body. The females produce relatively few offspring compared with other livebearers, 10 to 15, but the young are much larger than usual in viviparous fish. The attitude of adults towards the young is similar the way Herod treated his own children. Adults actively hunt the young, they should be separated from them so they can survive. It is reported that the female gives birth roughly every two months.

Some species of the genus Zoogoneticus seem to have very restricted geographic distributions. Tequila has not been collected in the wild since 1990 and it is suspected it might have become extinct in the wild. Tequila was recognized as a new species in 1998 even though specimens had been collected since 1955. The species Tequila is related very closely with Zoogoneticus quitzeoensis described in 1898 and Zoo. purhepechus a new species described in 2008. Its origin lie in the state of Jalisco, in the river Teuchitlan.

Males are grayish, some scales of the sides of the body show a pink iridicensce. The females are generally gray but the ones I have show a fairly dark color probably because the level of illumination in their aquarium is low. My fish are still young so it is likely they will continue to change color as they mature.

I keep the fish in a tank 30 gallon long. The water in the tank has a pH of 7. The tank has no conventional ornaments. The bottom is covered with teak leaf litter, a soft mud that has resulted from the decomposition of the leaves and algae that has covered the remains of the leaves. Laying just below the water surface is a mass of plants, mainly Hygrophyla difformis. The temperature of the tank varies between 70F and 80F. I change about 80% of the tank water every two weeks.

The fish are fed three times a day, in the morning when I go to work, noon and in the evening just before sunset. If anything can be said of these fish is they eat everything I offer with a breathtaking lack of discriminating criteria. The cheapest flake food is eaten with the same zeal as the mosquito larvae,"bloodworms" and food pellets. I try to vary the diet a bit every day and while some days I give them bits of minced shrimp in others I give pellets. Different sources recommended that these fish should be fed with a vegetable-based food. But as the tank has a good growth of algae, I have not bothered to give any special vegetable based food.

In the beginning there were five Tequila in the tank, three females and two males. But the two largest females harassed the younger in a manner so barbarous I suspect it was killed or that it may have jumped from the tank as it disappeared a few days after they arrived at my home. This is illustrative of the character of this species. They are aggressive fish, truculent and lacking in subtlety. In short they have an horror of a personality. In this they are the veritable antithesis of the ideal fish we want in a community tank.

Tequila breeders recommended keeping this species in a species only aquarium. During a normal day the largest male harrases several times the smaller one. Males approach females with caution since unreceptive females can bite. Not a day has passed without seeing that a Tequila has lost a scale here or there or has a bite in one fin.

What role can play in our aquarium a fish with so abhorrent a personality?. It turns out that the inclination for discord and contention of this fish makes it perfect for aquariums with small cichlids of like personality. But its role is not simply to share the aquarium, the Tequila with their challenging personality can provide a distraction for the cichlids. By diverting the attention of the cichlids they can ameliorate in a small degree intraspecific aggression and when the reproduction of the cichlids occurs, the Tequila become a catalyst for the protective instincts of the cichlids toward their young.

My Tequila share a tank with five jewelfish juveniles, Hemichromis lifalili, a jewelfish from Congo or Zaire. The lifalili are famous for two reasons, one is that when breeding they develop one of the most spectacularly colorful nuptial dress of any freshwater fish. The other is their unfortunate tendency to murder, in a violent and bloody way, all the other fish when they have young to protect.

Even when they are young and small the lifalili are far from being like Mother Teresa and they spend a lot of time chasing and attacking each other. Sometimes they harass the Tequila in an absent minded sort of tokenish way, they reserve their worst venom for their own kind. So far as I can tell, I have not noticed that any lifalili has caused any apreciable harm to the Tequila, to the contrary, subdominant lifalili often spend much time hiding in the vegetation along with the long suffering Tequila males.

You should realize that in spite of what I recommend above, you can't drop the Tequila in a tank with cichlids and expect everything to be peaches and cream. Nothing can be further from the truth! There is no faster way to kill a Tequila that throwing it in a aquariun where some territorial cichlids are tending their fry. The Tequila should be housed with the cichlids when the cichlids are still young and in a aquarium large enough for them to escape the aggression of cichlids. But that is another theme and in the future I will dedicate an article to commenting it.

The Tequila are very alert of my presence near the tank and watch me intently when I sit down to look at them. They are less shy than the cichlids and are not intimidated when I approach with a camera. Every day I spend some time observing them and the fish have learned that when I arrive in the afternoon there will be a special treat. So when I sit next to the aquarium just before night fall they react with great excitement. They are so bold that I've seen the whisk away a piece of shrimp from a cichlid with such speed that the cichlid is left wondering what happened.

The Tequila eventually will be moved to their own tank as the adults lifalili reach a size of about six inches and even before reaching this size they become a mortal danger to the other fish when they have a school of young to protect.

As you have seen the fish Tequila are not for everyone. But they have a certain charm, in an horribly obnoxious way, that transcends the absence of bright colors and peaceful behavior

Zoogoneticus tequila



Vienen de México central, ellas son altivas, poderosas y los machos las desean y les temen. Los machos son guapos, agresivos pero no pueden evitar ser controlados por las hembras las que los mangonean despiadadamente. No me estoy refiriendo en estas líneas a la trama de la última novela mexicana en llegar a nuestros televisores sino al comportamiento de los peces vivíparos mexicanos Zoogoneticus tequila.
El Zoogoneticus tequila se le conoce en ingles como el “Crescent goodeid” en reconocimiento a la coloración de la aleta caudal del macho o como el “Tequila splitfin” por la anatomía de la aleta anal en los peces de la familia Goodeidae . No conozco que se le haya adjudicado un nombre común a la especie en español ya que es muy poco común en el ambiente del acuarismo pero en este articulo los llamare los Tequila. El apelativo tequila se refiere a un volcán en las cercanías de su hábitat natural. Los peces de la familia Goodeidae se distinguen por una serie de fascinantes adaptaciones biológicas y anatómicas que los distinguen de los demás vivíparos y que los hacen un interesante sujeto para el cultivo en pecera. Su comportamiento también es de interés ya que distinto a los otros vivíparos el Zoogoneticus interacciona con los otros peces con la misma forma que Mike Tyson con la oreja de Evander Hollyfield en aquella archifamosa pelea.
Pero comencemos con las adaptaciones reproductivas de esta especie. Los machos de los peces de la familia Goodeidae carecen de un gonopodio lo que los distingue inmediatamente de los vivíparos más comunes en el mercado como son los gupis, los espadas y los mollies. Como no tienen una estructura especializada como lo es el gonopodio los machos utilizan las primeras espinas de la aleta anal para transferir las espermas a la hembra. Las hembras no almacenan esperma así que tienen que ser fecundadas cada vez que paren, distinto a los poecilidos como son los gupis y los mollies. Las crias se desarrollan en el vientre de la madre y producen una estructura llamada trofotaenia que sale de su vientre y les permite absorber nutrientes del cuerpo de la madre. Las hembras producen relativamente pocas crías comparadas con otros vivíparos, de 10 a 20, pero las crías son mucho más grandes que lo usual en vivíparos. La actitud de los adultos hacia las crías es similar a la de Herodes hacia sus propios hijos. Los adultos cazan activamente a las crías por lo cual estas deben ser separadas de los mismos para que puedan sobrevivir.
Algunas de las especies del genero Zoogoneticus tienen distribuciones geográficas muy restringidas y locales. Al Tequila no se le ha coleccionado en su ambiente natural desde el 1990 y se teme que se haya extinguido en el estado salvaje. El Tequila fue reconocido como una especie nueva en el 1998 aun cuando ya se habían colectado ejemplares desde el 1955. La especie Tequila está relacionada muy de cercanamente con Zoogoneticus quitzeoensis descrita en el 1898 y Zoo. purhepechus especie nueva descrita para la ciencia en el 2008. El origen de Tequila es en el estado de Jalisco, en el rio Teuchitlan.
Los machos son de un color grisáceo, en algunas escamas de los lados del cuerpo muestran una iridicencia rosada. La hembras son generalmente de color gris pero las que tengo en mi pecera tienen una coloración bastante oscura probablemente a causa de que el nivel de iluminación de pecera es bajo.. Los peces que tengo son aun jóvenes así que es probable que la coloración siga cambiando según maduran.
Tengo los peces en una pecera de 30 galones larga. El agua de la pecera es de lluvia y tiene un pH de 7. La pecera carece de adornos convencionales. El fondo está cubierto de restos de hojas de teca, de un cieno blando resultado de la descomposición de las hojas y de algas que han recubierto los restos de las hojas. Flotando justo bajo la superficie del agua hay una masa de plantas, principalmente Hygrophyla difformis. La temperatura de la pecera varia entre 70F en la madrugada y 80F en las horas mas calurosas del dia. Le doy un cambio de agua a la pecera de 80% cada dos semanas.
Alimento a los peces tres veces al dia, en la mañana cuando salgo a trabajar, al mediodía y en la tarde justo antes del atardecer. Si algo se puede decir de estos peces es que comen todo lo que les ofrezco con una falta de criterio impresionante. La comida en hojuelas más barata es devorada con el mismo afán que las larvas de mosquito, los “bloodworms” y la comida en “pellets”. Trato de variarles la dieta un poco todos los días y mientras que algunos días les doy pedacitos de camaron machacado en otros les doy comida en “pellets”. Distintas fuentes de información en la Internet recomiendan que se les alimente con alimentos de base vegetal. Sin embargo como en la pecera hay un buen crecimiento de algas, no me he tomado la molestia de comprar ninguna comida especial basada en algas.
En el principio tenía cinco Tequila en la pecera, tres hembras y dos machos. Pero las dos hembras mas grandes hostigaron de una forma tan bárbara a la más joven que sospecho que la mataron o salto de la pecera ya que desapareció pocos días después de llegar a mi casa. Esto que les cuento es ilustrativo del carácter de esta especie. Son peces agresivos, truculentos y faltos en sutileza, en fin tienen un verdadero horror de personalidad que los hace el verdadero antítesis del ideal del pez que queremos en un “community tank”.
Por esto los que crían esta especie recomiendan que se les mantenga en un acuario en el cual solo estén los Tequila. Durante un día normal en macho Tequila más grande ataca varias veces al pequeño. Los machos se acercan a las hembras con precaución ya que las hembras no receptivas pueden morderlos. No ha pasado un día sin que vea que alguno de los Tequila haya perdido una escama aquí o allá o tenga un mordisco en alguna aleta.
¿Que rol puede jugar en nuestras peceras un pez con tan aborrecible personalidad?. Pues resulta que la inclinación por la discordia de este pececillo lo hace perfecto para compartir peceras con cíclidos pequeños de igual personalidad. Pero su función no es simplemente compartir la pecera, con su presencia los Tequila distraen a los cíclidos, en cierto grado, de su agresión intraespecífica y, cuando ocurre la reproducción de los cíclidos, los Tequila se convierten en un catalizador de los instintos de protección de las crías.
Mis Tequila comparten su pecera con cinco juveniles del pez joya del congo Hemichromis lifalili. Los lifalili son famosos por dos características notables, una es que cuando se reproducen desarrollan uno de los coloridos nupciales más espectaculares entre los peces de agua dulce. La otra es una desafortunada tendencia a asesinar, de una forma violenta y sanguinaria, a todos los otros peces que comparten con ellos la pecera en el momento en que tienen crías que proteger.
Aun cuando son jóvenes y pequeños los lifalili distan mucho de ser la Madre Teresa y se pasan persiguiéndose y atacándose todo el tiempo. En ocasiones hostigan con pocas ganas a los Tequila pero reservan su mayor veneno para los de su especie. Hasta ahora no he notado que los lifalili hayan causado daño alguno a los Tequila, al contrario los lifalili subdominates pasan mucho tiempo escondidos en la vegetación junto con los sufridos machos Tequila.
Debo advertir que lo que recomiendo anteriormente no significa que usted puede tirar a los Tequila en una pecera con cíclidos y esperar que todo sea perfecto. ¡Nada más lejos de la verdad! No hay forma más rápida de matar un Tequila que echarlo en una pecera de cíclidos territoriales con crías. Los Tequila se deben presentar a los cíclidos cuando los mismos son aun son jóvenes y en una pecera lo suficientemente grande como para que puedan escapar de la agresión de los cíclidos. Pero ese es otro tema y en un futuro le dedicare algún comentario.
Los Tequila siempre están alerta a mi presencia cerca de la pecera y me observan con atención cuando me siento a mirarlos. Son menos tímidos que los cíclidos y no se intimidan cuando acerco la cámara a la pecera para tomarles alguna foto. Todos los días dedico algún tiempo para observarlos y los peces ya han aprendido que cuando llego en la tarde habrá una comida especial por lo cual reaccionan con gran excitación. Son tan audaces que los he visto quitarle un pedazo de camarón a un cíclido con tal velocidad que el cíclido se ha quedado como quien se pregunta ¿Que paso?
Los Tequila eventualmente serán movidos a su propia pecera ya que los lifalili adultos alcanzan un tamaño de cerca de seis pulgadas y aun antes de llegar a ese tamaño se convierten en un peligro mortal para los otros peces cuando tienen un cardumen de crías que proteger.
Como han visto los Tequila no son peces para todo el mundo. Sin embargo son peces que tienen un encanto propio que trasciende la ausencia de colores brillantes y de comportamiento pacifico.