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Wednesday, November 17, 2010

Fundulopanchax gardneri un killie excelente para principiantes en el arte de criar killies

El macho

la hembra, se pueden ver algunas escamas con color rojo.

La pecera en que vivian

Las dos hembras con el macho mas grande

Las hembras normalmente son mas gordas que los machos, en el fondo se pueden ver los restos los "bloodworms" que se les ofrecio de comida.
El Fundulopanchax gardneri, antes Aphyosemion gardneri es un pez que tiene una buena cantidad de atributos que lo hacen deseable para el acuarista. Sin embargo no se le ve con frecuencia en las peceras de los acuaristas o en las tiendas de venta de peces, ¿Cuál puede ser la razón para que no sea fácil de conseguir? La razón por la que esto ocurre la discutiré en el curso del siguiente artículo sobre mi experiencia con este pez.


Los killies, peces del grupo de los ciprinodontidos, tienen una biología y ecología fascinante. Algunos viven en charcas temporales por lo cual sus vidas transcurren en un frenesí de crecimiento y reproducción para así poder completar su ciclo reproductivo antes de que la estación de lluvia termine y la charca se seque. Los adultos mueren cuando la charca se seca, pero los huevecillos puestos en el lodo del fondo del charco son capaces de sobrevivir a la desecación de la charca y pueden pasar meses en espera de la próxima temporada de lluvia para comenzar el ciclo nuevamente. Otros depositadon sus huevos en las hojas de plantas acuáticas o en las grietas de objetos sumergidos donde permanecen por un par de semanas antes de eclosionar, los killies que hacen esto generalmente viven algunos años. Las distintas especies de killies pueden sobrevivir en una impresionante variedad de hábitats como lo son, lagunas hipersalinas, charcos en aéreas desérticas y las aéreas pelágicas de los grandes lagos de África.

El Fundulopanchax gardneri pertenece al grupo de los killies que viven en los bosques. Se le encuentra en pequeños riachuelos y charcos de los bosques de Nigeria y Camerún. Viven en aéreas en que el agua es de poca profundidad, apenas pulgadas, en ocasiones en zonas llenas de vegetación en otras en charcos sin vegetación pero con una capa de hojas secas en el fondo. En mi experiencia han resultado fáciles de mantener y reproducir.

Obtuve dos parejas de adultos de esta especie y los coloque en una pecera densamente plantada con Echinodorus tenellus. El agua de la pecera era de lluvia y su pH era levemente acido. La temperatura del agua fluctuaba durante el dia entre los 75⁰F y los 85⁰F. La pecera no tenía filtro, se le cambiaba el agua como un 20% al mes. A los peces se le alimentaba con una variedad de comidas preparadas pero preferían los alimentos vivos y solo comían los “flakes” si tenían mucha hambre. Cuando no podía encontrar alimentos vivos les daba “bloodworms” congeladas que compraba en un “petshop” local. La pecera tenía una tapa que estaba cuidadosamente arreglada para que no existiera ni el más diminuto hueco que les permitiera a estos peces saltar de la pecera. Este es un detalle crucial, si se les da la oportunidad estos peces son capaces de saltar de la pecera cuando uno menos lo espera.

Hay varias formas de reproducir estos peces, la forma más común es usando un mapo hecho por el acuarista para que los peces depositen los huevos en él. Los huevos son removidos del mapo por el acuarista y son colocados en un envase con agua y con algunas gotas un agente fungicida. En este envase pasan los catorce días que tardan los huevos en eclosionar. Yo decidí usar un método más natural, permitiría que los peces desovaran en las plantas de la pecera y cuando los pececillos nacieran los capturaría. Este método produce muy pocas crías pero tiene la ventaja de que es extremadamente sencillo. Es indudable que el método del mapo y la incubación en un plato con fungicida produce muchas más crías que el método natural, pero por otro lado el método del mapo requiere un nivel de atención al detalle y una inversión de tiempo superior a la que el acuarista promedio dedica a sus peces.

El próximo paso es sumamente importante. Los pececillos recién nacidos requieren alimentación frecuente con alimento de buena calidad y unas condiciones de agua excelentes. Los primeros dos meses son determinantes en el desarrollo de estos killies, si no se les alimenta con la frecuencia y la cantidad adecuadas los killies se enanizan. Esto significa que si a los pececillos no se les alimenta como es debido en lugar de alcanzar el tamaño adulto normal de dos a tres pulgadas los mismos dejan de crecer cuando apenas tienen una pulgada o pulgada y media. Escribo estas líneas basado en la más amarga experiencia. Lo laborioso del trabajo de manejar los huevos hasta la eclosión y el nivel de atención que requieren los pececillos es probable que sea la razón por la cual no vemos a este pez con frecuencia en venta en el mercado.

Estos killies pueden vivir por años si se les dan buenas condiciones de vida. Perdí mis peces por un descuido en que se me olvido asegurar correctamente la tapa de la pecera en la cual los había colocados temporeramente mientras limpiaba la pecera en la que residían.

Como verán en las fotos estos peces tienen colores brillantes y muy atractivos que no tienen nada que envidiar a los colores de los peces marinos. Estos peces pueden ser tímidos si se les coloca en peceras demasiado iluminadas y sin lugares de refugio adecuados. Fotografiarlos no es fácil ya que tienden a reaccionar al “flash” huyendo a toda velocidad. Pero si se les ofrece una pecera en la que estén a gusto y se toma el tiempo de aclimatarlos a la presencia del acuarista, con el tiempo pierden su timidez aprenden a venir a comer a la mano, especialmente si el acuarista les ofrece alguno de los alimentos preferidos de ellos.

No he notado que los machos maltraten a las hembras aunque esto se puede deber a que los tenía en una pecera de diez galones la cual basta y sobra para que vivan en relativa armonía. Algunos acuaristas dicen que se les puede tener en peceras aun más pequeñas sin que haya problemas. Los machos de mayor tamaño hostigan a los menores pero no severamente si en la pecera hay refugios suficientes para que los machos más pequeños escapen de la agresión del macho dominante. Debido a la agresión que se da entre los machos no recomiendo tener más de un macho en peceras de menos de diez galones. En peceras de mayor tamaño es posible tener grupos de ellos sin dificultad y recuerdo haber tenido cerca de diez de estos peces en una pecera de veinte galones alta, que estaba densamente plantada, sin que pudiera notar ningún daño causado por la agresión entre los machos.

No recuerdo a cuál de las poblaciones pertenecen los peces que aparecen en las fotos. Hay más de una docena de poblaciones de esta especie en estado salvaje que se distinguen por variaciones en los colores y en el patrón de las manchas en el cuerpo del macho. Las hembras de todas las poblaciones son casi idénticas.

Tuesday, November 16, 2010

El barbo Odessa, Puntius ticto, la belleza obsesiva compulsiva


Macho en librea de cortejo

Con buena alimentacion y un entorno mas oscuro los peces comenzaron a desarrollar un color mas acentuado

De los cuatro peces en la pecera, el macho dominante tenia el color mas brillante y hostigaba sin cesar a los otros machos
La hembra era considerablemente mas grande que los machos, la mantenia separada de ellos

Una vista frontal de la hembra


Cuando los machos vieron la hembra sufrieron un cambio drastico en la intensidad de su color y el rojo del cuerpo adquirio una intensidad nunca antes vista. 

Macho tras la llegada de la hembra




Debido a lo vigoroso del cortejo reproductivo fue necesario capturar al macho para poder fotografiar los colores del cortejo reproductivo en un trasfondo que resaltara los colores mas tenues

Debo confesar que no compre el barbo Odessa porque estuviera en ese momento particularmente interesado mantenerlos en mis peceras. La razón fue que me había comprometido a exhibir dos peceras plantadas en la actividad educativa anual de la Asociación de Acuaristas de Aguadilla del 2008 y quería usar un pez distinto a los que los demás tendrían en sus peceras.

Decidí que colocaría en la pecera peces que tuvieran un color metálico que contrastara con el color verde de las Echinodorus que formaban un césped en el fondo de la pecera que llevaría a la exhibicion. Un en abril 2008 visite un “pet shop” que se encontraba en la tienda Pitusa de Aguadilla. En el “pet shop” había una gran variedad de peces pero casi todos eran de las especies que siempre se encuentran en los mismos. Pero pude notar que en una pecera había unos barbos distintos de lo usual, después de examinarlos un tiempo llegue a la conclusión de que trataba de unos barbos Odessa (Puntius ticto) una especie que rara vez se ve por estos lares. Cuando vi a los Odessa la verdad es que no me impresionaron ya que casi no tenían color. Las fotos de estos peces que había visto con anterioridad tampoco indicaban que estos peces fueran de un color excepcional. Sin embargo su vibrante actividad y su color plateado me convencieron que serian una buena opción para exhibir en la pecera.

Para ponerlos en condición para la exhibición los libere en un estanque y comencé a alimentarlos con una amplia variedad de alimentos. El estanque en que estaban estos barbos se distingue por tener un fondo oscuro y una gran cantidad de vegetación sumergida. Debido a lo espeso de la vegetación no vi a los peces por varias semanas después de haberlos liberado. Como seis semanas después de haberlos adquirido me decidí a capturarlos para ver como habían progresado. Para mi sorpresa los peces habían adquirido un brillante color rojo en sus costados. No todos los peces tenían la misma intensidad de color pero todos estaban en muy buena condición.

El día de la exhibición los coloque en una pecera plantada de diez galones y allí pude observar la dinámica de la interacción entre estos peces. El macho dominante comenzó a hostigar a los demás despiadadamente, persiguiéndolos sin cesar. Algunos de los otros peces permanecieron por largos ratos ocultos entre la vegetación para evitar el constante hostigamiento. Pero esto no amilanaba al macho dominante que se pasaba todo el tiempo patrullando la pecera e investigando todo lo que le llamaba su atención. Como resultado los otros machos perdieron el color que tenían mientras que el macho dominante desarrollo un color rojo aun más pronunciado.

Después de la exhibición los peces regresaron al estanque ya que era claro que tenerlos en la pecera no era una buena idea. He tenido muchos barbos pero ninguno tan neurótico e hiperactivo. Si los hubiera dejado juntos en la pecera no tengo duda que el macho dominante hubiera causado la eventual muerte de los otros peces con su hostigamiento constante.

Unos meses más tarde pude obtener una hembra. La hembra era significativamente más grande que los machos y el color de su cuerpo era gris y plateado. Como mantuve a la hembra sola no sé si ellas son tan agresivas y neuróticas como los machos. Una mañana coloque a dos machos en una pecera plantada de diez galones y al día siguiente libere a la hembra en la pecera.

En el instante en que los machos percibieron la hembra sus colores aumentaron en brillantez a un grado insospechado. No solo el rojo adquirió una intensidad impresionante si no que aparecieron tonos amarillos y hasta un punto azul que antes no era visible. Si la actividad de los machos antes de que llegara la hembra a la pecera era intensa, al llegar la hembra de desbordo en una hiperactividad frenética. Trate de fotografiar a los machos durante el proceso de cortejo pero se movían con tanta rapidez entre la vegetación que resulto imposible lograr una foto aceptable. Por lo tanto me vi obligado a capturar uno de los machos y fotografiarlo en el cedazo. En la foto del macho en el cedazo es posible observar el intenso colorido del macho durante el cortejo que lleva al desove. Le confieso que jamás hubiera pensado que estos barbos eran capaces de alcanzar una coloración tan brillante. Y quiero aclarar el color es exactamente como se ve en las fotos. Estas no han sido como se dice en el argot popular, sazonadas con “Photoshop”.

A pesar del entusiasmo de los reproductores no pude observar que la pareja pusiera huevos y jamás encontré alevines en la pecera. Víctor Oliver “Pucho” me comento que estos peces desovaron en sus peceras pero que los huevos no eclosionaron, no es claro si eran o no infértiles. Separe los machos y la hembra y no volví a intentar desovarlos. La razón para no reproducirlos fue sencilla, en el momento no tenía el espacio para dedicarlo a las crías que se produjeran de ese evento de reproducción.

Los que interesen este pez solo tienen que seguir algunas normas sencillas para mantenerlo con éxito ya que no son muy exigentes. Para su mantenimiento use agua de lluvia y agua del sistema de acueductos sin ningún problema o que pudiera notar diferencia alguna en su bienestar en una u otra. La temperatura del agua en su entorno fluctuó entre los 75⁰F y 85⁰F, se portaban igual en ambos extremos de temperatura. La filtración era provista por un filtro externo Hagen de poca capacidad cuando estaban las peceras, en los estanques no había filtración alguna. Les cambiaba el agua en las peceras 50% cada semana. Son omnívoros y comían de todo, “flakes”, “pellets” de varios tipos, “bloodworms” y larvas de mosquito.

No creo que los pueda recomendar para peceras menores de treinta galones y aun estas las recomiendo si están densamente plantadas y los peces se pueden esconder del pez dominante. Así que, aunque no son peces tan grandes, la mejor pecera para ellos es una de cincuenta para arriba. Los machos son agresivos con su propia especie, como jamás estuvieron con otras especies de peces no puedo dar fe de que sean un problema pero me puedo imaginar que especies de peces más delicadas y tranquilas serian víctimas de la agresión por parte de los machos. Peces menos agiles probablemente se morirían de hambre si se juntan con estos peces tan glotones y rápidos a la hora de comer. El color de estos peces está íntimamente atado al estado de ánimo del pez. Peces en una pecera muy iluminada y sin lugares donde esconderse tienen un color plateado y se comportan de forma tímida y huidiza. Para ver a los peces en su mejor color es necesario usar una iluminación tenue en la pecera y que la pecera tenga lugares donde los peces se puedan refugiar si se alarman. Los mejores colores los tienen cuando están en un grupo, si no hay otros de su especie los colores de estos peces se apagan considerablemente. Otros acuaristas recomiendan tenerlos en grupos.

Los peces vivieron como un año y luego comenzaron a morir, no es claro de que se murieron. El ultimo en morir fue el macho dominante. Me imagino que murió de depresión ya que no tenía a quien perseguir durante todo el día.