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Tuesday, June 3, 2014

The "peruvian altum" angelfish briefly came out of hiding, and then ran back to hide again




The baby angelfish spent their first day in hiding, barely peeking out from their refuge among the decorations in the tank.  They spurned almost all food, they ignored tiny bits of shrimps and flakes, only mosquito larvae, which are in very short supply nowadays given people's concern about the Chikungunya virus, tempted them to eat.  On their second day they were only marginally less timid.  Since all the mosquito larvae available was consumed on their first day, I resorted to offering them rat tail maggots and bloodworms.  They hardly fed during the day but in the evening they at last started hunting and ate the bloodworms and maggots until their stomachs were bulging.  When I sit in front of the aquarium they stop all activity and hide.  They are very timid and cautious compared with the commercial strain angelfish I have had.  They take from twenty minutes to half and out to become slightly less wary when I sit in front of the aquarium.  Hopefully with time they will become accustomed to my presence.  Unfortunately getting them live food is a challenge.  I am considering raiding the local bromeliad water tanks to see if I can find enough mosquitoes for them.  It appears I will have to add more vegetation to the tank to make them feel secure.  Optimal feeding for juvenile angelfish is twice a day.  Too much food can foul the water if it goes uneaten.

Saturday, September 10, 2011

Honduran Red Point, algunas observaciones al comienzo de su tercer mes.


El macho varia de color durante el día, por momentos puede tener un color iridiscente relativamente pálido asi como un tono mate y hasta un color muy oscuro como el que se ve en la foto de abajo
El pez macho es bastante curioso, en la foto se puede ver como observa con
 atención mi comportamiento desde una oquedad en un tronco.  El macho defiende
 la oquedad de los otros peces y ha limpiado el interior.  Noten lo oscuro de su color.

Los demás peces mantienen un color plateado con notables rayas negras,
aquí se puede ver a dos de ellos investigando un fragmento de hoja seca.

La diferencia en tamaño entre el pez mas grande y el mas pequeño
se ha acentuado en las ultimas semanas.

Cuando los demás peces se acercan al macho lo hacen con las aletas semi cerradas y una actitud de aparente sumisión.  En la foto el macho esta moviendo unos fragmentos de hojas para buscar alimento.

Los "Honduran Red Point" siguen creciendo, desafortunadamente no estan creciendo uniformemente.  Tengo una teoría con respecto a la desigualdad en la taza de crecimiento de unos y otros.   El macho con frecuencia hostiga a los otros peces, pensé que era para evitar que comieran pero he notado que aun cuando los pecesillos mas pequeños comen hasta la saciedad esto no parece estimular su crecimiento.  Mi sospecha es que el pez mas grande probablemente esta suprimiendo el crecimiento y desarrollo de otros machos.   Ninguno de los otros peces se portan como el macho ni crecen tan rápido.  Hace dos semanas separe los catorce pecesillos en dos grupos de siete.  El mas grande, del grupo de los mas pequeños,  una vez saque a el macho grande, cambio de color y comenzó a hostigar a todos los demás.  Tengo la impresión de que el mas grande de los pequeños ha comenzado a crecer mas rápido que los demás, pero aun tengo que observarlos por un par de semanas para determinar si esto es cierto.  Sin embargo tengo que aclarar que la agresión hacia los otros peces por parte del macho es increíblemente leve para los estándares de los ciclidos, consiste principalmente perseguirlos por un corto trecho.  A esta fecha no he visto una sola aleta mordida o rota, esto enfatiza que la agresión esta dirigida a mantener la posición del macho en el tope de la jeraquia social por medio de la intimidación mas que a hacerles daño.

Monday, August 29, 2011

"Honduran Red Point" Amatitlania siquia, los juveniles en comienzo del segundo mes conmigo



Uno de los pececillos mas pequeños junto a uno de los mas grandes, note la diferencia entre el estomago claramente lleno del pez mas grande y el estomago relativamente plano del otro.

El pez mas grande del cardumen mostrando diferencias en coloración con sus hermanos.

Al comenzar el segundo mes de tener a los juveniles de Amatitlania siquia, “Honduran Red Point” en mi posesión note para mi molestia que la mayoría de los pececillos no estaban creciendo normalmente.  Esto me sorprendió ya que desde que los recibí han recibido un cuidado excelente que ha incluido múltiples cambios de agua y alimentos nutritivos. También he monitoreado constantemente la calidad del agua para asegurarme que los nitritos y los nitratos se mantengan indetectables.
Para averiguar que podría estar pasando comencé a observar los peces con mayor atención.  Al poco tiempo la razón de falta de crecimiento se hizo clara.  Los tres peces más grandes acaparaban la comida de una forma agresiva e intimidaban a los más pequeños al punto de evitar que comieran adecuadamente.   Generalmente el segundo y el tercero de mayor tamaño se contentaban con comer hasta hartarse y luego se movían del área a buscar un sitio resguardado donde hacer la digestión.
El pez más grande se portaba de una forma distinta a los demás, no solo comía como un verdadero glotón hasta que su barriga sobresalía alarmantemente, luego de esto hostigaba despiadadamente a los más pequeños, persiguiéndolos para sacarlos del área de la comida.  Pero el comportamiento de hostigamiento no paraba después de la comida.  Cada vez que el pez más grande se encontraba a uno más pequeño le perseguía por un corto trecho.
El pez más grande, que ya mide más de una pulgada ha adoptado una coloración distinta a la de los demás pececillos.  Mantiene un color café como color base, también tiene una raya negra horizontal justo detrás del ojo que le llega hasta la mitad del cuerpo.  No muestra ninguna de las rayas negras verticales que tienen los otros juveniles.  Sus aletas también tienen unos destellos dorados que contrastan notablemente con el azul que los otros pececillos tienen en la aleta.  Sus ojos tienen un color azul que aparentemente va y viene con su estado de ánimo.
Para evitar que los pececillos más pequeños se queden enanos o peor que eventualmente los maten los más grandes, moví los de mayor tamaño a una pecera más grande.   Mi esperanza es que esto permita que los pececillos que se han quedado atrás en su desarrollo puedan comenzar a crecer normalmente ya que ahora no están expuestos al constante hostigamiento por parte de los peces más grandes.

Sunday, August 14, 2011

El "Honduran Red Point Cichlid", Amatitlania siquia o Cryptoheros siquia



El primer ciclido que logre reproducir en mis peceras, allá para principios de los años setenta, fue el ciclido convicto, al cual en esos tiempos se le conocia como Cichlasoma nigrofasciata o "convict cichlid".   Fue una pareja de la variedad leucistica de la especie, que se distinguen por ser de un color blancuzco rosado.   La pareja se reprodujo muchas veces sin exigir mucho de mi parte mas allá de una alimentación regular y agua limpia.  Se distingan por ser padres atentos y fervientes defensores de sus crías.  Tuve estos peces por mucho tiempo.  Pero hubo un evento que me hizo perder el interes en ellos, esto fue, mas tarde en la década de los setenta, la llegada de los ciclidos de los grandes lagos africanos a Puerto Rico.  Los primeros ciclidos africanos que llegaron a Puerto Rico deslumbraron con sus brillantes colores y exóticos comportamientos.  Súbitamente los ciclidos con los cuales estábamos familiarizados como los ángeles, los convictos, los "Jack Dempsey" y los oscares parecían pedestres y ordinarios ante lo que era como un caleidoscopio de ciclidos africanos cuya enorme variedad de colores y formas parecía no tener fin.
Hace unos meses estaba visitando a Pablo Robles y este me dijo que conocía donde estaban disponibles unos "Honduran Red Points".  Los "Honduran Red Points" son una especie de ciclido, nativo de la costa de Honduras.  Son sumamente similares al Convicto pero se distinguen por tener las aletas no pareadas de color rojo ladrillo y por mostrar una extensa coloración azul iridiscente en el cuerpo que no se ve en el Convicto. 
Hace como un mes que tengo una docena de crías de esta especie, ha resultado interesante cuidar de ellos.  Son vivaces, atentos y comilones.  Sin embargo según han ido creciendo han mostrado cierta preferencia hacia algunos alimentos.  Aunque las primeras semanas comían de todo con una admirable voracidad, últimamente han comenzado a mostrar indiferencia hacia la comida de "flakes".  Para que se la coman tengo que dársela temprano en la mañana, que es cuando mas hambrientos están.  Les doy de comer tres veces al día,  temprano en la mañana, al medio dia y en la tarde.  Les doy camarones, comida de "flakes" y "bloodworms".  Los "bloodworms son su comida favorita y la reservo para la tarde.  En la siguientes fotos veran algunos de los pececillos.

Los parametros de la pecera de cria son los siguientes:

Agua de lluvia
pH: 6.8
"hardness": Entre 25 y 50 ppm
Nitritos: 0 ppm
Nitratos: 0 ppm

El fondo de la pecera de cria esta cubierto por una capa de hojas secas que ya no liberan taninas.  La pecera tiene una buena cantidad de "Najas" un alga que absorbe los desechos de los peces y libera oxigeno.  En el fondo hay una capa de detritos y alga filamentosa.

Los pececillos en la mañana estan muy atentos a la llegada de la comida.



Las hojas y los detritos en el fondo de la pecera proveen a los peces de escondites donde refugiarse. 



 Los pececillos comen con rapidez y voracidad hasta que sus estómagos sobresalen notablemente.  Los mayores excluyen a los mas pequeños cuando la comida es algo que consideran particularmente deseable.


Es importante asegurarse que hasta los mas pequeñitos comen su parte.


Una vez se han comido hasta la saciedad, los pececillos se retiran a un lugar tranquilo y seguro desde donde puedan ver si ocurre algo interesante.

Sunday, March 6, 2011

Mis experiencias con el pez Angel Pterophyllum scalare

El macho "tiger" con la papilla genital claramente visible en el vientre, al fondo la hembra gris prepara el área escogida para el desove

Este pez tenia unos destellos azules hermosos pero irregulares

La hembra "smoky" tenia la extraordinaria capacidad de invertir los colores de su cuerpo según su estado de animo, esta foto fue tomada luego de un fuerte festin de larvas de mosquito que causo una gran excitación a este pez, vea el estomago fuertemente distendido.

La hembra "smoky" en un momento de tranquilidad

Fuera de cuando estaban desovando los peces se juntaban pacificamente

La pareja defiende el desove de la hembra "smoky"

El macho persigue a la hembra gris despues de haber desovado con la "smoky"

El pez angel Petrophyllum scalare es uno de los peces de agua dulce más distintivos y abundantes del acuarismo.  Es omnipresente en las peceras de las tiendas de mascotas y es muy apreciado por multitudes de acuaristas que los admiran por su belleza, elegancia e interesante comportamiento.  En las próximas líneas detallare mis experiencias con este pez.
Los peces ángeles son originales de Sur América donde habitan ríos y lagos en el corazón del continente, entre ellos el rio Amazonas, Rio Negro y el Orinoco.    Pero hace muchas décadas que la importación de ángeles salvajes desde Sur América no es significativa en Puerto Rico, los peces que hoy vemos en los acuarios locales son criados en cautiverio en las grandes fincas de acuacultura de Asia y los Estados Unidos.  En Puerto Rico también hay algunas personas que los crían para la venta en menor escala.  En pocas ocasiones he visto ángeles supuestamente importados en venta estos han sido presentados como de la especie altum que es nativa del Orinoco.  Pero sospecho que eran híbridos entre altum y scalare porque no recuerdo haber visto en ellos la pronunciada indentación supra orbital que es única de los altum.  Debo añadir que los altum están entre los más difíciles peces de agua dulce en reproducir.  Los altum puros son fáciles de distinguir de los scalare ya que sus aletas dorsales y anales nacen casi perpendiculares al cuerpo y pueden ser muy largas.  Se han reportado individuos de altum en estado salvaje cuyas aletas dorsales y anales combinadas median veinte pulgadas de punta a punta.  Que yo sepa la otra especie de ángel, leopoldii, jamás ha sido importada a nuestra isla.
Los primeros peces ángeles que se importaron eran difíciles de mantener ya que requerían condiciones de agua muy específicas, que debían ser casi exactamente iguales a la de su hábitat nativo.  En ese tiempo reproducirlos era difícil por lo cual inicialmente solo se disponían de peces importados y su costo era elevadísimo.  Debido al pronunciado incentivo económico para reproducirlos en cautiverio y para obtener el mayor número de crías posibles la técnica que se usaba era remover los huevos en cuanto la pareja reproductiva acababa el desove.  Esto resulto en la producción de vastas cantidades de peces lo que abarato su costo pero tuvo consecuencias desastrosas con respecto al comportamiento reproductivo de estos peces.
Los ángeles son cíclidos y demuestran un comportamiento reproductivo que es común en este grupo de peces.  En el estado salvaje macho y una hembra buscan una superficie para depositar los huevos y dedican un tiempo a limpiarla con sus bocas.  Con frecuencia escogen superficies verticales como hojas y raíces para desovar.  Una vez ha ocurrido el desove la pareja defiende los huevos de otros peces, los limpian con sus bocas y cuando los alevines nacen los protegen por un tiempo.
Debido a la forma en que se reproducen en masa estos peces en cautiverio el comportamiento de cuido de huevos y de las crías se ha perdido casi totalmente.   Los ángeles producidos en cautiverio desovan con facilidad y protegen los huevos por un tiempo pero, en mi experiencia, invariablemente merma el instinto de protección y comienzan a devorar los huevos.  Solo una vez he visto un comportamiento distinto y esto ocurrió hace muchos años. 
A mediados de los años setenta, cuando daba mis primeros pasos en la afición del acuarismo, compre un par de peces ángeles que me deleitaron por su vivaz comportamiento.  Ambos tenían la coloración plateada con bandas verticales negras típica de la forma salvaje, pero uno poseía las largas aletas que caracterizan a la mutación conocida como “veil tail”.   Estos peces son voraces y ansiosos cuando tienen hambre y los míos parecían pozos sin fondo.   Me encantaba su entusiasmo a la hora de comer y les daba toda clase de alimentos desde hojuelas “flakes” hasta larvas de mosquito y pequeños crustáceos acuáticos.   Como consecuencia de la aparentemente insaciable necesidad de comida de los peces jóvenes les alimentaba varias veces al día.  Su comida favorita era indudablemente las larvas de mosquito que consumían hasta que sus estómagos estaban distendidos de forma alarmante.  Como resultado de tanta alimentación y de frecuentes cambios de agua, los ángeles crecieron con rapidez, el macho alcanzo las tres pulgadas de largo (sin contar sus largas aletas) y la hembra llego a cuatro.   Pero debo advertir que hoy conocemos que la inclinación de los peces ángeles a comer desmesuradamente una dieta rica en nutrientes les puede hacer tanto daño como darle una dieta una escasa y pobre.  La razón es que los peces desarrollan depósitos de grasa excesivos, una condición nunca vista en el estado salvaje, que tiende a reducir su largo de vida.
Un buen día, a principios del verano, cuando llevaba a cabo un cambio de agua note que los peces parecían estar especialmente perturbados por un procedimiento que era rutina y que normalmente no les causaba mucha angustia.  Pero al bajar el agua note para mi sorpresa que el techo de una pagoda china de porcelana estaba cubierto de huevos.
Me perdonaran que haga aquí un paréntesis en la narración de los ángeles pero creo que es preciso notar algunas características de las peceras de ese tiempo.  La pagoda china en que los ángeles desovaron por primera vez era solo una de los diversos adornos que infestaban el fondo de la pecera de treinta galones en que vivían.  La pagoda era parte de una estructura mayor de porcelana que incluía un puente chino que unía la pagoda con una pequeña isla.  También tenía la pecera una especie de obelisco naranja brillante de cómo nueve pulgadas de alto que era la pieza central de otra cerámica que incluía dos arcos alrededor del obelisco.  En esos tiempos casi todas las peceras locales de mis amistades tenían adornos de todo tipo que se juntaban con una impresionante promiscuidad.  No había el mas mínimo interés en mantener una coherencia temática por lo cual trasfondos que mostraban templos griegos sumergidos eran combinados con esqueletos en baúles de tesoro, barcos piratas y ruedas de molino, todos estos adornos movidos por aire comprimido.  Solo unos pocos mantenían peceras con el estilo naturalista tan de moda actualmente.
Pero volviendo a los ángeles, lleno de alegría por haber encontrado el desove, volví a llenar de agua la pecera y observe a los peces con especial atención.  Desafortunadamente la perturbación fue demasiada para la sensibilidad de los peces y cuando se sintieron más tranquilos procedieron a devorar los huevos.  Ya que los peces habían desovado y era claro que eran macho y hembra (algo que no era nada de obvio antes del desove) decidí tomar algunas medidas para mejorar las posibilidades de que los peces lograran completar su ciclo reproductivo con éxito.  Moví a pecera a un lugar poco transitado de la casa, añadí algunas plantas del tipo  Echinodorus “amazon sword”.  Los peces aceptaron los cambios con rapidez y en un par de semanas comenzaron a dar muestras de interés por volver a desovar.   Pero contra todas las expectativas no desovaron ni en las hojas de las Echinodorus, ni en el obelisco y ni siquiera miraron el techo de la pagoda.   Los peces desovaron pegando sus huevos a los largos tubos de un filtro externo.  Decidí no remover los huevos para aprender de primera mano sobre la reproducción de estos peces.  Deben de recordar que para esos fechas el Internet no existía, solo estaban disponibles el libro de Axelrod y el de Innes, de estos dos volúmenes venia todo lo que sabía sobre la reproducción de los ángeles, lo que no era mucho.
Ambos padres cuidaron del desove con impecable atención aunque la hembra, que era el pez más grande tendía a ser mas solicita que el macho con los huevos.  Los días pasaron sin que los huevos fueran devorados (algo que incluso ya para esos tiempos era inusual).  Finalmente las crías nacieron y la pareja las movió a una depresión en el fondo de la pecera.  Una vez las crías comenzaron a nadar los padres las escoltaban a todos lados y las mantenían juntas en un grupo.
Luego de un par de semanas las crías comenzaron a adquirir la forma distintiva de los peces ángeles por lo cual era todo un espectáculo ver a los padres nadar rodeados de una nube de diminutas replicas de si mismos.   A las tres semanas los separe de los padres y los coloque en una pecera de 10 galones con agua de la pecera parental.  En la pecera de las crías el nivel del agua era de cómo cuatro pulgadas para concentrar a las crías cerca del alimento.  Los alimentaba con microgusanos los cuales se hundían al fondo rápidamente.  Los pececillos igual que sus padres, comían hasta llegar al punto de casi reventar.
Los padres desovaron nuevamente después de cómo dos semanas, pero para mi profunda decepción jamás volvieron a cuidar de sus crías.  En esta ocasión el macho comenzó a devorar los huevos al segundo día y la hembra siguió su ejemplo a las pocas horas.  En los próximos desoves las relaciones entre la hembra y el macho se deterioraron al tal punto que al final de ese verano la hembra ya no permitía que el macho se acercara a los huevos y desovaba sola.  No volví a tener ángeles por décadas hasta que hace algunos años compre algunos.
Recuerdan que cuando comencé a criar peces solo habían dos variedades de ángeles fácilmente accesibles?  Pues ahora la variedad de mutaciones parece no acabar, entre las que se ofrecían en los “pet shop” que viste estaba el “blushing” que no tenia color y como es casi transparente los arcos de las agallas se ven fácilmente y su colorido da la impresión de que se está sonrojando.  Otra variedad era el “tiger” que tiene bandas verticales adicionales, el “smoky” con un patrón de manchas oscuras irregulares y  tantas otras como el “koi”, “marbled”, “diamond”, “gold” que si tratara de describirlas a todas no terminaría.
Compre seis pececillos pequeños, todos distintos para tener una variedad para observar.  El “tiger”, el “smoky” y una forma de color gris no dieron dificultad en su llegada a mi pecera.  El “black”, “veiltail” y “blushing” murieron a los pocos días de una enfermedad que los cubría de una capa blanca y que no respondió a tratamiento alguno.  Compre un par de ángeles mas que sucumbieron a lo que fuera que los mataba.  Los tres iniciales parecían invulnerables, la enfermedad desconocida solo mataba a los ángeles, los otros peces no fueron molestados nunca por la infección.   Los ángeles habitaban una pecera de 30 galones cuya decoración consistía en un masivo crecimiento de “Java Moss” que llenaba dos terceras partes de la pecera y un par de raíces artificiales hechas de resina plástica.
Los peces crecieron con rapidez, la “smoky” (que resulto ser hembra) creció mucho más que los otros dos.  Los compre antes de las navidades y cuando llego el verano del año siguiente comenzaron a desovar.  Resultaron ser un macho, El “tiger” y dos hembras.  Ambas hembras permitían que el macho fecundara los huevos, aunque sospecho que el macho se llevaba mejor con la gris que era de su mismo tamaño.  Cuando desovaban los más pequeños, ambos defendían con tesón los huevos de la otra hembra.  Cuando desovaba la “smoky” la otra hembra gris era perseguida hasta que se le obligaba a esconderse al otro extremo de la pecera.   Tristemente estos peces jamás completaron el ciclo reproductivo por su cuenta.  En esos momentos no tenía el tiempo para dedicarme a criar ángeles así que nunca les quite los huevos.  Eventualmente los moví a un estanque donde vivieron algunos años más.
Hoy en día hay mas variedades de ángeles que nunca en el mercado y las combinaciones de color, largo de aletas y hasta textura de la piel son asombrosas.   Contrario a sus ancestros los ángeles modernos son poco exigentes con respecto a la dureza y el pH del agua.  Pero se quedan enanos si la calidad de la alimentación y los parámetros de agua son pobres.  Pero si usted puede darles a estos maravillosos peces las condiciones que necesitan tendrá unas mascotas interesantes que le entretendrán por horas con sus variados comportamientos. 

Thursday, March 3, 2011

Un barbo similar pero no exactamente igual al barbo cereza "cherry barb"


Un macho adulto dominante con su coloración normal.

Un macho adulto al frente y una hembra atrás.
Los machos muestran su mayor colorido durante el desove pero es casi imposible fotografiarlos en la pecera en esos momentos, por eso fotografié este macho en el cedazo.  La captura le hizo perder casi todo el rojo pero aun se ve algo de la iridicencia azul.
Hace como doce o trece años la Asociación de Acuaristas de Aguadilla llevo a cabo una de las excursiones a visitar criadores de peces y tiendas de ventas de peces que tradicionalmente se hacen dos o tres veces al año.  En este viaje en particular visitamos un criador de peces del área sur.  Este criador de peces nos recibió muy cordialmente y nos escolto en un recorrido por sus facilidades de mantenimiento de peces.  Al final de la visita el criador capturo algunos peces y nos los obsequio.
Entre los peces que nos obsequio se encontraban unos barbos que picaron mi curiosidad.  Estos barbos tenían una clara similitud física con los “cherry barb” (Barbus titteya) pero el color de los machos era distinto y el tamaño de los peces era más del doble de los “cherry barb” promedio que vemos en venta en las tiendas de mascotas.  Los pececillos tenían un color crema con líneas marrón y un leve destello de azul metálico en la línea media de los machos.  El color era agradable pero no puedo decir que era espectacular.
Logre conseguir cuatro de estos barbos y los libere en una pecera de 30 galones densamente plantada de la hierba acuática Echinodorus tennellus.  Los barbos se perdieron en la vegetación y en el curso de los días siguientes apenas los pude ver.  Sin embargo con el paso del tiempo los pececillos perdieron su timidez y empezaron a dejarse ver en las aéreas libres de vegetación de la pecera con frecuencia.  Los barbos aceptaron todos los tipos de comida con el mismo gusto.  La comida seca, las larvas de mosquito y la comida congelada eran atacadas con voracidad y con una impresiónate rapidez.   Tal era la intensidad con la que estos pececillos atacaban la comida que determine no poner otros peces en su pecera ya que concluí que tendían problemas para poder alimentarse ante una competencia tan fuerte.
Los pececillos se adaptaron a la rutina y luego de un par de semanas pude notar que uno de los machos había adquirido un intenso color rojizo con un toque de azul metálico en la línea media.  El macho mantuvo este color por algunos días y luego volvió a su color habitual.  No me acuerdo haber notado que el cambio de color fuera acompañado en ese momento de un cambio significativo en el comportamiento de los peces.
Como dos semanas después de que el macho cambiara los colores, note un alevín nadando cerca de la superficie del agua.   Los pececillos habían desovado en la pecera y unos poquitos de los huevos habían sobrevivido la voracidad de los padres y eclosionado.  A lo largo de los siguientes meses como media docena de pececillos jóvenes sobrevivieron hasta un tamaño que les permitía nadar sin temor con sus los padres a la hora de comer.
Hace once años comencé a trabajar para el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y como me mude al bosque estatal de Rio Abajo decidí desmontar la pecera y mover los barbos a un estanque.  El estanque que prepare para los pececillos era de cuatro pies de largo de cómo seis pulgadas de profundidad y dos pies de ancho.  El estanque fue plantado con Java Moss para que los pececillos tuvieran donde refugiarse.  Los pececillos se adaptaron al estanque sin dificultad y cada vez que me sentaba a observarlos podía  ver a los adultos acompañados de varios tamaños de juveniles.  Una característica de estos peces es que desovan constantemente, si usted los coloca en una pecera que les permita desovar y la misma ofrece algún refugio para los alevines es seguro que con el tiempo algunos de los alevines no serán devorados y sobrevivirán para convertirse en alevines.
Algunos años después de que introdujera a los pececillos al estanque ocurrió un periodo de sequia particularmente severo en el área de Aguadilla donde se encuentra mi casa y el nivel de agua de los estanques se redujo considerablemente.  Cada vez que me acercaba al estanque y lo veía con un nivel bajo lo volvía a llenar.  Pero durante un periodo en que estuve extremadamente ocupado por causa de mi trabajo no me ocupe de atender al nivel de agua del estanque.  Cuando al fin tuve tiempo para darle atención al estanque encontré que el mismo se había secado casi totalmente.  Lo que quedaba en el fondo era una capa de lodo, que en partes estaba seco totalmente y el “Java Moss” que en la parte más profunda del estanque aun conservaba su verdura aun cuando su capa superficial estaba seca.   Llene el estanque con agua para ver si algún pez había sobrevivido escondido en el lodo bajo el “Java Moss”.  Paso una semana completa y en el estanque no se vio ningún rastro de los pececillos.  Sin embargo note que el estanque no era invadido por las larvas de los mosquitos locales que siempre aparecen con rapidez en estanques sin peces, eso me dio un rayo de esperanza que algún pez hubiera sobrevivido.
Dos semanas después de haber llenado el estanque me dedique a observarlo por un rato a ver si veía algo.  No vi ningún pez adulto, pero para mi alegría, encontré a varios diminutos alevines nadando cerca de la superficie.   Algunos de los adultos sobrevivieron la sequia enterrados en el lodo.  El lodo conservo suficiente humedad bajo la cubierta del “Java Moss” para que sobrevivieran algunos de los adultos.  Con el tiempo la población de los peces regreso al nivel que se encontraba antes de la sequia.
Hace como dos años prepare una pecera de treinta galones, de 36 pulgadas de largo, para poder observar el comportamiento comunitario de estos peces.  La pecera contaba con un lado intensamente iluminado y abierto, la otra mitad era oscura y tenía algunos troncos y plantas.  Capture uno veinte juveniles y los deposite en la pecera.  Como es usual, los peces corrieron a ocultarse en las partes oscuras de la pecera y durante los primeros días respondían con terror a la más trivial de las perturbaciones.
Con el tiempo los peces comenzaron a sentirse a gusto y empezaron a portarse con normalidad.  Una de las primeras cosas que pude ver fue que algunos de los peces desarrollaban un intenso color rojizo y nadaban juntos de un lado a otro de la pecera a toda velocidad con las aletas extendidas a su máxima extensión.  A mi parecer este comportamiento está relacionado a las demostraciones de dominancia entre los machos.  Los peces con poco colorido, presumiblemente las hembras o machos subadultos, no participaban en estas actividades.  En ocasiones dos peces se ponían lado a lado y se empujaban con sus colas en lo que me parecía un claro esfuerzo por demostrar su fuerza al pez contrario.  Sin embargo nunca vi muestras de agresión severa entre los contendientes.
Tras algunos meses el número de peces con mucho colorido se redujo a uno o en ocasiones dos.  No estoy seguro si siempre era el mismo pez el que mostraba mucho colorido.  El resto de los peces mantenían las bandas de color marrón y crema típicas de las hembras  Mi impresión es que este pez es una variedad del “cherry barb”.  He llegado a esta conclusión basándome en las similitudes físicas y de comportamiento de ambos peces. 
No he visto a este barbo en venta en ningún sitio.   Desafortunadamente este pez carece de algunos de los atributos que fomentan la popularidad de la mayoría de los peces tropicales.  En lugar de mostrar su brillante color constantemente estos peces solo lo muestran por tiempo limitado.  La mayor parte del tiempo tiene un color poco espectacular.    No son capaces de mostrar un color interesante hasta que son adultos por lo cual no puede competir con peces que aun como juveniles tienen mucho colorido.  Finalmente para que estos peces se sientan verdaderamente relajados tienen que estar en un grupo de entre seis y diez.   Por mi parte continuare criando estos peces y disfrutando de sus inquietas personalidades.

Saturday, January 22, 2011

El cultivo del copepodo Cyclops para uso como suplemento alimentario para peces larvales.


Los Cyclops que se ven en esta foto con dos objetos ovalados a los lados del rabo son la hembras con sus sacos de huevos

Los objetos que se ven en el agua junto con los Cyclops son restos de camarón machacado.
Una corta pelicula que muestra la forma de nadar de los Cyclops

Muchos peces de agua dulce comienzan su vida como alevines muy diminutos.  Criar estos peces en cautiverio es todo un reto ya que el acuarista tiene que ofrecer a los pececillos alimentos que sean adecuados para que los mismos los consuman en cada una de sus etapas de desarrollo.   Una de las técnicas que he usado es los estanques con agua verde.  Pero, qué pasa cuando el pececillo ya ha superado la etapa en que solo podía comer los microorganismos más pequeños?
La recomendación usual es que se alimente a los pececillos con la larva recién nacida del camarón de las salinas conocido como Artemia salina.   Esta es una recomendación excelente, sin embargo requiere que el acuarista compre una cantidad apreciable de los huevos secos de la Artemia lo que puede ser costoso.  Otra alternativa que tiene mucho merito es el uso de los nematodos conocidos como “microgusanos”.  El problema con los “microgusanos” es que los cultivos de estos animales pueden ser invadidos por otros insectos y en ocasiones son capaces de producir una pestilencia realmente impactante si no se les cuida como es debido.
Ambos métodos antes mencionados son extremadamente útiles si uno desea producir un número apreciable de crías.  Por mi parte debo confesarles que generalmente no siento la inclinación de criar cientos de pececillos al mismo tiempo.  Me siento feliz si puedo criar como una o dos docenas.  La razón es muy sencilla, criar cientos de pececillos requiere una inversión de tiempo y dinero significativa.  Con algunas muy raras excepciones, generalmente alimentar un grupo grande de peces hasta el tamaño en que se pueden vender comercialmente puede costarle al acuarista más de los que jamás conseguirá si los intenta vender.  Además si se intenta criar demasiados pececillos siempre hay el riesgo de que ocurra el enanismo debido a alimentación inadecuada o condiciones de agua desfavorables para el desarrollo normal.  Por mi parte no uso la Artemia,  uso un cultivo relativamente pequeño de “microgusanos” combinado con suplementos de Cyclops y “vinegar eel” (una especie de nematodo que vive en el vinagre).  Como mi interés consiste en criar un grupo pequeño, no me veo en la obligación de hacer grandes cultivos para producir una gran cantidad de alimento para las crías. 
Una forma de alimentar las crías que ya han pasado la etapa de alimentarse con “infusorios” es proveyéndoles de organismos de un tamaño adecuado.  El organismo del zooplancton que uso para asistir en la alimentación de mis pececillos es un copépodo.  Los copépodos son crustáceos decápodos que forman una parte integral de las comunidades planctónicas en agua dulce y salada.   Los copépodos están entre los organismos acuáticos mas abundantes del planeta, si se extrae una muestra de agua de mar o de algún lago o laguna existe una buena probabilidad de que en la muestra de agua estén algunos de estos crustáceos.  Debido a su abundancia y generalmente pequeño tamaño, los copépodos son consumidos por una fantástica variedad de animales que van desde las agua vivas y los tenóforos hasta las formas larvales de innumerables especies de peces.  Casi siempre son transparentes, pero en algunas ocasiones están presentes en el agua en una cantidad tan tremenda que cambian su color meramente debido al efecto de la difracción de la luz al pasar por sus cuerpos.  Uno de los géneros de copépodos que habitan agua dulce que es más conocido es Cyclops.
El Cyclops es común en los cuerpos de agua dulce e incluso se le puede encontrar hasta en peceras bien establecidas que poseen vegetación y no tienen una población de peces numerosa.   Se han descrito numerosas especies de Cyclops pero casi todas son muy parecidas y solo distinguibles por los especialistas.  El cuerpo es translucido y ovalado, de la parte frontal del animal salen dos antenas y de la parte trasera sale un rabo, los apéndices mas pequeños del animal, tales como las patas no son visibles a simple vista.  Las hembras son fáciles de distinguir ya que tienen adherida a la parte trasera del cuerpo unos sacos con sus huevos.  Los machos tienen las antenas modificadas como apéndices para agarrarse a las hembras.  Los Cyclops tienen un solo ojo en el centro de de la parte frontal del cuerpo.  Por eso recibieron el nombre Cyclops, en referencia al Ciclope de la mitología griega que tenía un solo ojo en el medio de la cara.  Estos crustáceos miden de ½ mm a 5 mm.  Las larvas, conocidas como nauplias son aun más pequeñas y prácticamente invisibles a simple vista.
Los Cyclops distan de ser las indefensas criaturas del zooplancton que la gente imagina flotando pasivamente hasta que llega un pez o una ballena y los devora.  Al contrario los Cyclops están muy alertas a cualquier disturbio en el agua que los rodea y reaccionan con impresionante rapidez a la menor señal de peligro.  Su respuesta de alarma es nadar a una velocidad pasmosa por algunos segundos lo que los aleja al crustáceo de cualquier depredador potencial (ver video).  Se ha reportado que los Cyclops son capaces de atacar y matar a larvas de peces muy pequeñas así que no se recomienda su presencia en la pecera donde ocurre el desove ya que pueden hacer presa en los pececillos larvales cuando estos aun son muy pequeños y por lo tanto vulnerables al ataque de estos crustáceos.
No sé como los Cyclops llegaron a mis peceras, note su presencia un día que me encontraba observado con una lupa la fauna microscópica de una pecera llena de la hierba acuática Echinodorus tenellus.   Desde entonces siempre he mantenido algunos en las peceras plantadas que no uso para desovar pececillos.  Los Cyclops sobreviven muy bien en presencia de peces si estos son demasiado grandes para prestarles atención o considerarlos una presa aceptable.
Estos crustáceos se alimentan de desechos vegetales y de carroña.   Tengo un cultivo de estos en una pecera de diez galones que recibe el sol directo y cuya agua es de un intenso color verde. Para estimular su reproducción lo que hago es que los alimento con el liquido producto de la maceración de un pedazo pequeño (como del tamaño de la uña del dedo mas pequeño) de camarón.  Los copépodos se alimentan de los pedazos mas diminutos que flotan en el agua.  Para evitar que los pedazos más grandes de camarón, que no son consumidos contaminen el agua, en la pecera hay una pareja de Mexalpiques (Xenotoca Eiseni) como de dos pulgadas que consumen el camarón en exceso con entusiasmo y que también evitan la presencia de mosquitos en la pecera.   Evitar los que los mosquitos invadan el cultivo de los Cyclops es importante ya que más rápido de lo que se dice Dengue ya habrá alguien cuestionando porque usted mantiene un potencial foco de infección a despecho del peligro potencial para la vecindad.
Los copépodos pueden ser capturados usando un cedazo con una tela que forme un tamiz muy fino.  Los copépodos tienen la ventaja de que no mueren en la pecera de las crías (como las Artemias y los “microgusanos”) y por lo tanto permanecen vivos en el agua hasta que uno de los pececillos los captura.  La desventaja es que si se quiere tener una población grande copépodos para alimentar a los pececillos con frecuencia pues es necesario tener el cultivo en que envase mucho más grande que una pecera de diez galones.  Nunca he usado los Cyclops como alimento único de los pececillos, los he usado en combinación con “vinegar eels” y “microgusanos” ya que su población no se regenera rápidamente ni produce grandes cantidades de individuos en los envases relativamente pequeños en que los he cultivado.  Tienen una ventaja particular sobre los “microgusanos”, no se van al fondo si no que permanecen en la columna de agua donde los pececillos los pueden cazar.


Tuesday, December 28, 2010

La cria de alevines muy diminutos usando un mini-ecosistema

Una cria extremadamente joven de Melanotaenia boesemanni flotando justo bajo la superficie del agua.  Pececillos en esta etapa son muy vulnerables a la depredacion y los cambios ambientales.  Esta foto si que requirio paciencia y suerte para conseguirla.



Una cria de M. boesemanni buscando alimento algunos milimetros bajo la superficie

Dos crias de M. boesemanni, la cria en la esquina superior izquierda se prepara para consumir una particula de alimento
Esta cria de M. boesemanni muestra barriga redonda tipica de las crias mas jovenes que estan bien alimentadas
Cria de Fundulopanchax gardneri 'Blue' preparandose para depredar un organismo del zooplancton conocido como Cyclops.  Otra foto que requirio la paciencia de Job.
Cria de Platy, Xiphophorus sp. en Ceratophyllum demersum, note que el agua esta clara
Matas flotantes de Ceratophyllum demersum
Plantas de Azolla y Salvinia flotando sobre la superficie del agua, pueden ser tan fuertes en la competencia por la luz y los nutrientes como lo es la Pistia (vea texto)
Java Moss, esta foto demuestra como forra todo el fondo de un tanque, note que el agua es muy clara
Raices de Hygrophyla difformis, se pueden usar para desovar peces cuyos huevos son sensibles a la luz ya que las hojas de la planta los protegen
Un tanque eutroficado con algas verde azules y rojas
Algas verde azules cubriendo otras plantas sumergidas.

Grupo de M. boesemanni buscando alimento en la superficie
La reproducción de los peces tropicales es una de las experiencias más gratificantes que la afición acuarística puede ofrecer. Sin embargo también puede ser la fuente de enormes frustraciones y decepciones cuando los esfuerzos por reproducir los peces fracasan. Hay una gran cantidad de razones por la cual algunos peces no pueden ser reproducidos en cautiverio. Algunos peces solo se reproducen en aguas tan libres de minerales que son el equivalente de agua destilada levemente contaminada. Otros necesitan niveles de pH específicos o sus huevos no se desarrollan. Aun otros tienen huevos tan sensibles a la luz que mueren si son iluminados. Hay hasta los que combinan todos los requisitos anteriores en una desesperante lista de especificaciones que tienen que cumplirse para que sus huevos eclosionen y crías sobrevivan.


Pero hay otros peces que no son tan estrictos en sus exigencias ambientales para la reproducción pero aun así no se les puede criar fácilmente. Estos son los peces cuyas larvas recién nacidas son tan diminutas que no pueden comer ninguna de las comidas preparadas disponibles al acuarista y tampoco pueden consumir las larvas de los camarones Artemia salina. En esta lista están algunas especies de gouramis, killies y tetras.

En estos casos se recomienda que se alimenten los alevines con protozoos microscópicos que en los libros son denominados “infusoria”. Varios libros dan diversas recetas para producir los protozoos, estas recetas van desde tener un caracol en una pecera y alimentarlo con lechuga para que sus heces fecales alimenten a su vez a la “infusoria” hasta los cultivos a base de la descomposición de las hojas de plantas. Mi experiencia usando algunos de estos métodos no ha sido buena. Hay que tener un buen sentido de la cantidad de alimento que se debe colocar en la pecera para mantener un balance entre la densidad de alimento necesaria para que los alevines se alimenten con éxito y la cantidad que puede alterar adversamente los parámetros ambientales del aviario y matar los pececillos.

Pero he logrado alevines muy diminutos usando un mini ecosistema que provee un ambiente favorable y estable tanto para los protozoos como para los alevines. Pero no dejen que la expresión mini ecosistema los engañe, solo uno de ellos ha sido en peceras de menos de treinta galones y los más exitosos son en estaques de cuarenta a cincuenta galones. Pero comencemos detallando los elementos que se usan en la creación de estos pequeños ecosistemas.

Lo primero que se necesita es una fuente de luz brillante, he usando tanto la luz natural como artificial con éxito. La luz es fundamental en la creación de un ambiente favorable para los alevines ya que deseamos que nuestro sistema tenga una abundancia de vida vegetal. El segundo elemento es las plantas de varios tipos. Tan importante es la vida vegetal que en el caso de las crías mas diminutas lo deseable es que el agua tenga un color verde. El color verde y la abundancia de vegetación se pueden lograr con una combinación de plantas acuáticas y fitoplancton (algas microscópicas que flotan libremente en el agua). He utilizado una gran variedad de plantas acuáticas, mi preferida es el “Java moss” ya que su forma de crecimiento ofrece un abundante hábitat para toda clase de microorganismos. El “Java moss” también forma una maraña de crecimientos que ofrecen refugio a los huevos recién puestos y a los pececillos larvales recién nacidos.

Nuestro principal enemigo cuando estamos preparando uno de estos estanques es la desagradable alga verde-azul que en adición a ser toxica también tiende a matar las plantas de nuestro sistema cubriéndolas y privándolas de la luz solar y los nutrientes. Las algas verde-azules pueden ser difíciles de controlar en condiciones de abundancia de luz y nutrientes, por eso es importante cuidar el flujo de nutrientes a nuestro sistema. Esto es un detalle clave ya que debemos mantener nuestros sistemas en un punto donde hay suficientes nutrientes para mantener una abundante vida microscópica pero no tantos como para que el alga verde azul domine el lugar o, aun peor, que ocurra la temida descomposición anaeróbica. La descomposición anaeróbica ocurre cuando hay tantos nutrientes en el sistema que los microorganismos usan todo el oxigeno disponible para consumirlos, al faltar el oxigeno todos los animales de la pecera mueren asfixiados. Los nutrientes se introducen en la pecera en la forma de comida de peces y de pequeñas cantidades de fertilizantes que se añaden al principio del proceso para estimular el crecimiento vegetal.

Para establecer uno de estos sistemas biológicos utilizo tanto peceras como envases plásticos. Los envases plásticos que uso son los que se pueden conseguir en las tiendas por departamento en tamaños de 30 galones. No utilizo los de color transparente ya que estos son particularmente vulnerables a la luz ultravioleta y se degradan con rapidez, tornándose tan quebradizos que se rompen con alarmante facilidad. Aun los de colores sólidos los uso debajo de una capa de tela de saran, la cual los protege del azote de la luz solar directa.

Una vez la pecera o el envase está lleno de agua entonces coloco las plantas. He utilizado con éxito las siguientes plantas Cerathophyllum demersum, “Java Moss”, Hygrophyla difformis, Echinodorus tenellus y una planta semiacuatica conocida como “temple plant”. Utilizo las plantas dependiendo de las especies de peces que interese reproducir. Hygrophyla difformis con sus grandes hojas sumergidas sirve para aquellos peces que hacen nidos subacuáticos y que necesitan una hoja para anclarlos. El “Java moss” es perfecto para los peces que lanzan sus huevos por todos lados durante el desove. La Cerathopyllum forma marañas impenetrables para los peces adultos justo debajo de la superficie por lo cual es útil para aquellos casos en que los alevines necesitan un lugar donde refugiarse de los adultos.

Noten que no añado tierra para sembrar plantas en el fondo, piedras o plantas en tiestos, hago esto para poder, si es necesario, remover fácilmente todas las plantas de la pecera sin perturbar el fondo. Esto hay que hacerlo en ocasiones para poder capturar los adultos reproductores. Desafortunadamente la tierra y las piedras tienen la capacidad de alterar el pH y cambiar los parámetros de concentración de minerales en el agua de formas impredecibles.

Me imagino que los que tienen peceras marinas ya habrán reconocido que los pasos son similares al establecimiento de un sistema microbiano marino en una pecera. La diferencia entre los sistemas que discutimos aquí y los sistemas marinos es que en nuestros sistemas el énfasis es en la producción de biomasa microscópica de los organismos conocidos como protozoos, mientras que en los marinos la meta es una población microbiana que mantenga los parámetros del agua en un cierto grado de estabilidad ante el influjo de nutrientes a la pecera. El una pecera marina el agua verde no es esperada ni bienvenida. En nuestros sistemas el agua verde es al contrario un resultado deseable y ventajoso para nuestras metas.

Quiero aclarar que no es nuestra meta final tener un tanque produciendo una alta población de microorganismos indefinidamente. Todo lo contrario, queremos tener en el sistema una buena población de microorganismos cuando los alevines mas lo necesiten, una vez que los alevines ya no necesiten infusoria podemos dejar que el agua aclare poco a poco por medio de la reducción natural de nutrientes en agua gracias a que las plantas los han extraído o reduciendo la intensidad de la luz incidente en el sistema a un nivel que no sostenga el crecimiento del fitoplancton. También podemos reducir la biomasa microbiana reduciendo el nivel de alimento que introducimos en el sistema. Este último punto es crucial y los discutiremos a continuación.

En estos sistemas diseñados para producir un ambiente estable para los alevines, usted alimenta el ecosistema y el ecosistema alimenta los alevines. La forma más básica de alimentar un sistema de fitoplancton acuático es introduciendo nutrientes químicos, un ejemplo de estos los son los fertilizantes que se utilizan para las plantas caseras. En una concentración diluida pueden estimular el crecimiento de las algas microscópicas. Generalmente solo uso estos químicos si quiero resultados rápidos aun cuando cuando se usa esta forma siempre se corre el riesgo de estimular el crecimiento de la aborrecible alga verde azul.

Para comenzar a establecer el sistema necesitamos un tanque lo bastante grande para tener un sistema que no sea vulnerable a cambios súbitos en las condiciones del agua. Por esta razón no uso tanques de menos de treinta galones. Una vez el tanque está lleno lo primero que coloco en su interior son las plantas. Dos o tres días después libero en el tanque los peces que lo habitaran durante el periodo de establecimiento y estabilización de la flora microbiana del tanque. Me gusta usar peces los vivíparos del genero Poecilia ya que son resistentes a las condiciones de agua adversas y sus colores llamativos los hacen fáciles de localizar cuando hay que capturarlos para sacarlos del tanque. Solo uso machos en el establecimiento del sistema ya que no quiero que ocurra la reproducción en el tanque. ¿Por qué no quiero que los vivíparos se reproduzcan en el tanque? Porque hasta el guppy mas diminuto es un temible depredador de los alevines que deseamos reproducir en este sistema. Además si tenemos que revolcar el sistema para capturar los peces corremos el riesgo de provocar alterar el balance de nutrientes/microorganismos que estamos buscando.

Lograr un sistema estable y productivo puede tomar tan poco como un par de semanas si lo que se interesa es tener un embase lleno de agua verde que proporcione alimento a los alevines solo por unos pocos días. Sin embargo sistemas más estables y productivos pueden tardar meses en tener un balance de plantas que eviten que los nutrientes provoquen una descomposición anaeróbica. En mi experiencia me gusta que el estanque tenga como tres meses de establecido antes de intentar desovar peces en él. La biomasa de plantas es de particular importancia ya que ellas absorben tanto los químicos producidos por la descomposición de los alimentos no consumidos por los peces como los desechos de los mismos. Una buena población de planas absorbe los desechos tan rápido como estos son producidos y asi evita que contaminen el agua.

Hay algunas plantas que son tan buenas removiendo los nutrientes del agua que pueden evitar que el agua se torne verde. Una de estas lo es la Pistia stratiotes. Sus enormes raíces cobijan una tremenda fauna microbiana y las he usado con éxito para reproducir gouramis pero son tan eficientes competidoras que desplazan a todas las otras plantas y las matan privándolas de luz solar y nutrientes. Esto es un detalle importante, deseamos estructura en nuestro tanque, esto significa que queremos tener varios tipos de plantas que ofrezcan diversos hábitat tanto cerca de la superficie como en el fondo. Según el sistema acumula materia orgánica esto le permite sostener una población mayor de microorganismos. Hay que notar que usted no limpia este sistema como si fuera una pecera, lo que hace es dejar que los detritos se acumulen y formen un fondo blando en que cual las plantas introducirán sus raíces. Este fondo blando está lleno de microorganismos que contribuyen a la estabilidad del sistema.

Una vez usted se encuentra satisfecho con su tanque de cría lleno de plantas y microorganismos llego la hora de capturar a los peces que se introdujeron inicialmente y substituirlos por los que queremos reproducir. Pero antes de introducir a los peces que serán reproducidos, dejo pasar como una semana sin tener peces en el estanque y sigo alimentándolo como si hubiera peces. Hago esto para permitir que la población de zooplancton (diminutos crustáceos casi microscópicos) tenga la oportunidad de crecer en ausencia de los peces. Pero hay que tener el ojo puesto en el tanque ya que los mosquitos pueden invadirlo más rápido de los que se puede decir Dengue.

Los peces adultos se introducen en el estanque y dependiendo de la especie se retiran en uno o dos días. En algunos casos especiales, en los cuales los adultos no consumen ni los huevos n i las crías, se puede dejar los adultos indefinidamente en el tanque. En el caso de la especie que mas recientemente he reproducido usando este método, Melanotaenia boesemanni, los adultos no atacan a las crías si se les alimenta con una dieta adecuada y variada. Las fotos del artículo son en su mayoría de el ultimo desove de los boesemanni.

Este sistema de alimentar crías muy pequeñas no sirve para criar grandes números de pececillos, así que hay que contentarse con criar una o dos docenas si tenemos suerte, aunque no descarto que se pudieran criar más si se recurre suplementar la alimentación con Artemia salina o a los microgusanos una vez los alevines tengan el tamaño suficiente para poder consumirlos. El único problema que he tenido con estos sistemas es la ocasional larva de libélula que los invade y que depreda en los alevines.