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Monday, April 25, 2016

Protomelas sp. "Steveni Taiwan"




Vi este pez en la exhibicion de peces y peceras de abril 23 al 24 de 2016 de la asociacion de acuaristas de Aguadilla.

Thursday, May 15, 2014

Dos gupi endler machos, el multicolor hijo del blanco



A finales del 2013, en una reunión de la asociación de acuaristas de Aguadilla, me regalaron el gupi endler de la foto superior, junto con una hembra y una cría.  Me gusto mucho el pez por su color casi blanco y sin una sola mancha o raya, algo que nunca había visto en un endler, los cuales se caracterizan por tener manchas y rayas de diversos colores por el cuerpo.  Los peces se adaptaron muy bien a mis peceras, pero para mi sorpresa el primer macho en desarrollar color no se parece en lo mas mínimo al macho original.  Aislare una hembra para eventualmente aparearla con el macho blanco a ver si los hijos heredan el color del padre.  Si, se que los gupi hembras pueden guardar la esperma de varios machos por mucho tiempo.  Así que este proyecto puede que tome algunos meses en proceder ya que tengo que asegurarme que los hijos sean del macho blanco y no de otro de los machos.

Tuesday, September 10, 2013

Catasetum Orchidglade, curious hermaphroditic intersex flowers

Male flower
Intersex flower
Intersex flower
intersex flower

I have had this plant of Catasetum Orchidglade for about twenty years now.  It has bloomed many times during those years.  One thing that is interesting of Catasetum is that they normally produce imperfect flowers, those are flowers that instead of carrying both male and female parts are either male or female.    The male flowers are brightly colored, have a mechanism for shooting pollinia and are relatively numerous.  The female flowers are green, sack like, and only a few are produced in an inflorescence.  It seems that plants need to get full sun to be able to produce female flowers.¹

Rarely, Catasetum produces hermaphroditic intersex flowers.  In the case of my plant, all three flowers were slightly different in the expression of the male and female parts.  The male flowers, in the case of Catasetum Orchidglade, are bright red with some yellow/white spotting.  The female flowers are apple green.  Given this, you can easily see in the photos which parts of the flower express the male appearance and which are female.   I don’t have a clue as to what prompted this event.  With a single exception in which the plant produced female flowers, when I had this plant in full sun, all other bloomings to this date had been male flowers.

The wide variability in color, number and shape on the flowers of Catasetum was a real headache of orchid taxonomists when this genus was first found.    Much confusion occurred in England in the heyday of the orchid fever in the nineteen century when plants sent from Center and South America would bloom with flowers that were radically different from what the plant exporters had described to the buyers.  For amateur orchid growers this means that the culture they give the plant can make it produce flowers that don’t look like what they expected.   

¹Northen, Rebecca T.  1990.  Home Orchid Growing. Fourth revised edition

Thursday, March 3, 2011

Un barbo similar pero no exactamente igual al barbo cereza "cherry barb"


Un macho adulto dominante con su coloración normal.

Un macho adulto al frente y una hembra atrás.
Los machos muestran su mayor colorido durante el desove pero es casi imposible fotografiarlos en la pecera en esos momentos, por eso fotografié este macho en el cedazo.  La captura le hizo perder casi todo el rojo pero aun se ve algo de la iridicencia azul.
Hace como doce o trece años la Asociación de Acuaristas de Aguadilla llevo a cabo una de las excursiones a visitar criadores de peces y tiendas de ventas de peces que tradicionalmente se hacen dos o tres veces al año.  En este viaje en particular visitamos un criador de peces del área sur.  Este criador de peces nos recibió muy cordialmente y nos escolto en un recorrido por sus facilidades de mantenimiento de peces.  Al final de la visita el criador capturo algunos peces y nos los obsequio.
Entre los peces que nos obsequio se encontraban unos barbos que picaron mi curiosidad.  Estos barbos tenían una clara similitud física con los “cherry barb” (Barbus titteya) pero el color de los machos era distinto y el tamaño de los peces era más del doble de los “cherry barb” promedio que vemos en venta en las tiendas de mascotas.  Los pececillos tenían un color crema con líneas marrón y un leve destello de azul metálico en la línea media de los machos.  El color era agradable pero no puedo decir que era espectacular.
Logre conseguir cuatro de estos barbos y los libere en una pecera de 30 galones densamente plantada de la hierba acuática Echinodorus tennellus.  Los barbos se perdieron en la vegetación y en el curso de los días siguientes apenas los pude ver.  Sin embargo con el paso del tiempo los pececillos perdieron su timidez y empezaron a dejarse ver en las aéreas libres de vegetación de la pecera con frecuencia.  Los barbos aceptaron todos los tipos de comida con el mismo gusto.  La comida seca, las larvas de mosquito y la comida congelada eran atacadas con voracidad y con una impresiónate rapidez.   Tal era la intensidad con la que estos pececillos atacaban la comida que determine no poner otros peces en su pecera ya que concluí que tendían problemas para poder alimentarse ante una competencia tan fuerte.
Los pececillos se adaptaron a la rutina y luego de un par de semanas pude notar que uno de los machos había adquirido un intenso color rojizo con un toque de azul metálico en la línea media.  El macho mantuvo este color por algunos días y luego volvió a su color habitual.  No me acuerdo haber notado que el cambio de color fuera acompañado en ese momento de un cambio significativo en el comportamiento de los peces.
Como dos semanas después de que el macho cambiara los colores, note un alevín nadando cerca de la superficie del agua.   Los pececillos habían desovado en la pecera y unos poquitos de los huevos habían sobrevivido la voracidad de los padres y eclosionado.  A lo largo de los siguientes meses como media docena de pececillos jóvenes sobrevivieron hasta un tamaño que les permitía nadar sin temor con sus los padres a la hora de comer.
Hace once años comencé a trabajar para el Departamento de Recursos Naturales y Ambientales y como me mude al bosque estatal de Rio Abajo decidí desmontar la pecera y mover los barbos a un estanque.  El estanque que prepare para los pececillos era de cuatro pies de largo de cómo seis pulgadas de profundidad y dos pies de ancho.  El estanque fue plantado con Java Moss para que los pececillos tuvieran donde refugiarse.  Los pececillos se adaptaron al estanque sin dificultad y cada vez que me sentaba a observarlos podía  ver a los adultos acompañados de varios tamaños de juveniles.  Una característica de estos peces es que desovan constantemente, si usted los coloca en una pecera que les permita desovar y la misma ofrece algún refugio para los alevines es seguro que con el tiempo algunos de los alevines no serán devorados y sobrevivirán para convertirse en alevines.
Algunos años después de que introdujera a los pececillos al estanque ocurrió un periodo de sequia particularmente severo en el área de Aguadilla donde se encuentra mi casa y el nivel de agua de los estanques se redujo considerablemente.  Cada vez que me acercaba al estanque y lo veía con un nivel bajo lo volvía a llenar.  Pero durante un periodo en que estuve extremadamente ocupado por causa de mi trabajo no me ocupe de atender al nivel de agua del estanque.  Cuando al fin tuve tiempo para darle atención al estanque encontré que el mismo se había secado casi totalmente.  Lo que quedaba en el fondo era una capa de lodo, que en partes estaba seco totalmente y el “Java Moss” que en la parte más profunda del estanque aun conservaba su verdura aun cuando su capa superficial estaba seca.   Llene el estanque con agua para ver si algún pez había sobrevivido escondido en el lodo bajo el “Java Moss”.  Paso una semana completa y en el estanque no se vio ningún rastro de los pececillos.  Sin embargo note que el estanque no era invadido por las larvas de los mosquitos locales que siempre aparecen con rapidez en estanques sin peces, eso me dio un rayo de esperanza que algún pez hubiera sobrevivido.
Dos semanas después de haber llenado el estanque me dedique a observarlo por un rato a ver si veía algo.  No vi ningún pez adulto, pero para mi alegría, encontré a varios diminutos alevines nadando cerca de la superficie.   Algunos de los adultos sobrevivieron la sequia enterrados en el lodo.  El lodo conservo suficiente humedad bajo la cubierta del “Java Moss” para que sobrevivieran algunos de los adultos.  Con el tiempo la población de los peces regreso al nivel que se encontraba antes de la sequia.
Hace como dos años prepare una pecera de treinta galones, de 36 pulgadas de largo, para poder observar el comportamiento comunitario de estos peces.  La pecera contaba con un lado intensamente iluminado y abierto, la otra mitad era oscura y tenía algunos troncos y plantas.  Capture uno veinte juveniles y los deposite en la pecera.  Como es usual, los peces corrieron a ocultarse en las partes oscuras de la pecera y durante los primeros días respondían con terror a la más trivial de las perturbaciones.
Con el tiempo los peces comenzaron a sentirse a gusto y empezaron a portarse con normalidad.  Una de las primeras cosas que pude ver fue que algunos de los peces desarrollaban un intenso color rojizo y nadaban juntos de un lado a otro de la pecera a toda velocidad con las aletas extendidas a su máxima extensión.  A mi parecer este comportamiento está relacionado a las demostraciones de dominancia entre los machos.  Los peces con poco colorido, presumiblemente las hembras o machos subadultos, no participaban en estas actividades.  En ocasiones dos peces se ponían lado a lado y se empujaban con sus colas en lo que me parecía un claro esfuerzo por demostrar su fuerza al pez contrario.  Sin embargo nunca vi muestras de agresión severa entre los contendientes.
Tras algunos meses el número de peces con mucho colorido se redujo a uno o en ocasiones dos.  No estoy seguro si siempre era el mismo pez el que mostraba mucho colorido.  El resto de los peces mantenían las bandas de color marrón y crema típicas de las hembras  Mi impresión es que este pez es una variedad del “cherry barb”.  He llegado a esta conclusión basándome en las similitudes físicas y de comportamiento de ambos peces. 
No he visto a este barbo en venta en ningún sitio.   Desafortunadamente este pez carece de algunos de los atributos que fomentan la popularidad de la mayoría de los peces tropicales.  En lugar de mostrar su brillante color constantemente estos peces solo lo muestran por tiempo limitado.  La mayor parte del tiempo tiene un color poco espectacular.    No son capaces de mostrar un color interesante hasta que son adultos por lo cual no puede competir con peces que aun como juveniles tienen mucho colorido.  Finalmente para que estos peces se sientan verdaderamente relajados tienen que estar en un grupo de entre seis y diez.   Por mi parte continuare criando estos peces y disfrutando de sus inquietas personalidades.

Tuesday, November 23, 2010

Pez Joya rojo Hemichromis lifalili, los pecesitos cumplen un mes, los padres continuan protegiendolos

El macho ha desarrollado un hermoso color azul que eclipsa el color rojo oscuro de su cuerpo

Los pececillos tienen un color dorado con una banda negra en la parte inferior del rabo

El color de los pececillos es metalico y brilloso pero esto es dificil de captar en fotos

Los pececillos aun se mueven como un cardumen

El macho buscando comida en el fondo

La hembra me observa oculta bajo una hoja
El macho se asoma a ver la camara, el cardumen nada frente al cristal

La pareja de los peces Joya continúa con sus crías.  El macho no les presta mucha atención pero las crías aun siguen a la hembra y ella con frecuencia adopta posiciones defensivas junto a sus pececillos.  Sin embargo el grado de atención y defensa que los adultos adoptaban cuando me acercaba a la pecera se ha reducido considerablemente.  Como ven en las fotos los adultos no dudan en esconderse aun cuando sus crías estén expuestas.  Por eso en lugar de los adultos aparecer en la foto nadando valientemente entre sus crías se les ve mirando con desconfianza desde la seguridad de la parte de abajo de una hoja.  Ya próximamente tendré que separar a las crías de sus padres.  El macho ha adoptado un color azul excepcionalmente hermoso pero muy difícil de fotografiar adecuadamente con el flash ya que la brillantez del flash causa que el color azul sea substituido por el blanco.  Nunca había visto un macho pez Joya tan azul.  El macho ha comenzado a cortejar a la hembra con sutiles galanteos pero ella no parece interesada en desovar nuevamente.  Esto puede ser por varias razones, la temperatura local ha estado bajando a los 68F por la noche lo que puede que inhiba la reproducción, les he estado alimentando adecuada pero no abundantemente para reducir las posibilidades de un nuevo desove y de que rechacen las crías que ya tienen.     

Tuesday, November 16, 2010

El barbo Odessa, Puntius ticto, la belleza obsesiva compulsiva


Macho en librea de cortejo

Con buena alimentacion y un entorno mas oscuro los peces comenzaron a desarrollar un color mas acentuado

De los cuatro peces en la pecera, el macho dominante tenia el color mas brillante y hostigaba sin cesar a los otros machos
La hembra era considerablemente mas grande que los machos, la mantenia separada de ellos

Una vista frontal de la hembra


Cuando los machos vieron la hembra sufrieron un cambio drastico en la intensidad de su color y el rojo del cuerpo adquirio una intensidad nunca antes vista. 

Macho tras la llegada de la hembra




Debido a lo vigoroso del cortejo reproductivo fue necesario capturar al macho para poder fotografiar los colores del cortejo reproductivo en un trasfondo que resaltara los colores mas tenues

Debo confesar que no compre el barbo Odessa porque estuviera en ese momento particularmente interesado mantenerlos en mis peceras. La razón fue que me había comprometido a exhibir dos peceras plantadas en la actividad educativa anual de la Asociación de Acuaristas de Aguadilla del 2008 y quería usar un pez distinto a los que los demás tendrían en sus peceras.

Decidí que colocaría en la pecera peces que tuvieran un color metálico que contrastara con el color verde de las Echinodorus que formaban un césped en el fondo de la pecera que llevaría a la exhibicion. Un en abril 2008 visite un “pet shop” que se encontraba en la tienda Pitusa de Aguadilla. En el “pet shop” había una gran variedad de peces pero casi todos eran de las especies que siempre se encuentran en los mismos. Pero pude notar que en una pecera había unos barbos distintos de lo usual, después de examinarlos un tiempo llegue a la conclusión de que trataba de unos barbos Odessa (Puntius ticto) una especie que rara vez se ve por estos lares. Cuando vi a los Odessa la verdad es que no me impresionaron ya que casi no tenían color. Las fotos de estos peces que había visto con anterioridad tampoco indicaban que estos peces fueran de un color excepcional. Sin embargo su vibrante actividad y su color plateado me convencieron que serian una buena opción para exhibir en la pecera.

Para ponerlos en condición para la exhibición los libere en un estanque y comencé a alimentarlos con una amplia variedad de alimentos. El estanque en que estaban estos barbos se distingue por tener un fondo oscuro y una gran cantidad de vegetación sumergida. Debido a lo espeso de la vegetación no vi a los peces por varias semanas después de haberlos liberado. Como seis semanas después de haberlos adquirido me decidí a capturarlos para ver como habían progresado. Para mi sorpresa los peces habían adquirido un brillante color rojo en sus costados. No todos los peces tenían la misma intensidad de color pero todos estaban en muy buena condición.

El día de la exhibición los coloque en una pecera plantada de diez galones y allí pude observar la dinámica de la interacción entre estos peces. El macho dominante comenzó a hostigar a los demás despiadadamente, persiguiéndolos sin cesar. Algunos de los otros peces permanecieron por largos ratos ocultos entre la vegetación para evitar el constante hostigamiento. Pero esto no amilanaba al macho dominante que se pasaba todo el tiempo patrullando la pecera e investigando todo lo que le llamaba su atención. Como resultado los otros machos perdieron el color que tenían mientras que el macho dominante desarrollo un color rojo aun más pronunciado.

Después de la exhibición los peces regresaron al estanque ya que era claro que tenerlos en la pecera no era una buena idea. He tenido muchos barbos pero ninguno tan neurótico e hiperactivo. Si los hubiera dejado juntos en la pecera no tengo duda que el macho dominante hubiera causado la eventual muerte de los otros peces con su hostigamiento constante.

Unos meses más tarde pude obtener una hembra. La hembra era significativamente más grande que los machos y el color de su cuerpo era gris y plateado. Como mantuve a la hembra sola no sé si ellas son tan agresivas y neuróticas como los machos. Una mañana coloque a dos machos en una pecera plantada de diez galones y al día siguiente libere a la hembra en la pecera.

En el instante en que los machos percibieron la hembra sus colores aumentaron en brillantez a un grado insospechado. No solo el rojo adquirió una intensidad impresionante si no que aparecieron tonos amarillos y hasta un punto azul que antes no era visible. Si la actividad de los machos antes de que llegara la hembra a la pecera era intensa, al llegar la hembra de desbordo en una hiperactividad frenética. Trate de fotografiar a los machos durante el proceso de cortejo pero se movían con tanta rapidez entre la vegetación que resulto imposible lograr una foto aceptable. Por lo tanto me vi obligado a capturar uno de los machos y fotografiarlo en el cedazo. En la foto del macho en el cedazo es posible observar el intenso colorido del macho durante el cortejo que lleva al desove. Le confieso que jamás hubiera pensado que estos barbos eran capaces de alcanzar una coloración tan brillante. Y quiero aclarar el color es exactamente como se ve en las fotos. Estas no han sido como se dice en el argot popular, sazonadas con “Photoshop”.

A pesar del entusiasmo de los reproductores no pude observar que la pareja pusiera huevos y jamás encontré alevines en la pecera. Víctor Oliver “Pucho” me comento que estos peces desovaron en sus peceras pero que los huevos no eclosionaron, no es claro si eran o no infértiles. Separe los machos y la hembra y no volví a intentar desovarlos. La razón para no reproducirlos fue sencilla, en el momento no tenía el espacio para dedicarlo a las crías que se produjeran de ese evento de reproducción.

Los que interesen este pez solo tienen que seguir algunas normas sencillas para mantenerlo con éxito ya que no son muy exigentes. Para su mantenimiento use agua de lluvia y agua del sistema de acueductos sin ningún problema o que pudiera notar diferencia alguna en su bienestar en una u otra. La temperatura del agua en su entorno fluctuó entre los 75⁰F y 85⁰F, se portaban igual en ambos extremos de temperatura. La filtración era provista por un filtro externo Hagen de poca capacidad cuando estaban las peceras, en los estanques no había filtración alguna. Les cambiaba el agua en las peceras 50% cada semana. Son omnívoros y comían de todo, “flakes”, “pellets” de varios tipos, “bloodworms” y larvas de mosquito.

No creo que los pueda recomendar para peceras menores de treinta galones y aun estas las recomiendo si están densamente plantadas y los peces se pueden esconder del pez dominante. Así que, aunque no son peces tan grandes, la mejor pecera para ellos es una de cincuenta para arriba. Los machos son agresivos con su propia especie, como jamás estuvieron con otras especies de peces no puedo dar fe de que sean un problema pero me puedo imaginar que especies de peces más delicadas y tranquilas serian víctimas de la agresión por parte de los machos. Peces menos agiles probablemente se morirían de hambre si se juntan con estos peces tan glotones y rápidos a la hora de comer. El color de estos peces está íntimamente atado al estado de ánimo del pez. Peces en una pecera muy iluminada y sin lugares donde esconderse tienen un color plateado y se comportan de forma tímida y huidiza. Para ver a los peces en su mejor color es necesario usar una iluminación tenue en la pecera y que la pecera tenga lugares donde los peces se puedan refugiar si se alarman. Los mejores colores los tienen cuando están en un grupo, si no hay otros de su especie los colores de estos peces se apagan considerablemente. Otros acuaristas recomiendan tenerlos en grupos.

Los peces vivieron como un año y luego comenzaron a morir, no es claro de que se murieron. El ultimo en morir fue el macho dominante. Me imagino que murió de depresión ya que no tenía a quien perseguir durante todo el día.



Wednesday, November 10, 2010

Hemichromis lifalili, pez Joya Rojo con crias de veinte dias

Los juveniles buscan comida todo el tiempo pero siempre estan atentos a donde estan los padres

La hembra escolta a los pececillos segun se mueven por la pecera en busca de alimento, sobreviven como dos docenas de ellos.
El macho mantiene su brillante colorido y ahora es significativamente mas grande que la hembra, quizas porque come mas que ella y no dedica tanto tiempo a proteger a las crias.
La pareja de los peces Joya Rojos ha hecho un trabajo admirable de cuidar a sus crías.  Desafortunadamente el nivel de agresión hacia los otros peces llego a un grado de violencia tal que tuve que sacarlos a todos para salvar sus vidas.  No estoy dándole a los pececillos comidas especiales si no que les echo comida seca en hojuelas finamente pulverizada en la pecera para que ellos la encuentren.  No estoy alimentando los pececillos ya que no deseo que sobrevivan muchos ya que no tengo el espacio para tener un par de cientos de estos peces tan agresivos.  Desde que saque a los otros peces los padres han relajado su nivel de alerta y están mas relajados.  El color del macho mantiene la brillantez de cuando los pececillos salieron por primera vez del nido.  He reducido la cantidad de comida que los padres reciben para evitar que vuelvan a desovar, temo que si vuelven a desovar pierdan el interés en sus crías más viejas y se las coman.  Sin embargo hace unas semanas Kenneth Orth, acuarista aguadillano que también tiene una pareja reproductiva de lifalili (son hermanos de los míos) me dijo que su pareja desovo nuevamente pero sigue tolerando a los pececillos de la puesta anterior.   Seria interesante ver si mis peces desovan y cuidan una nueva camada sin devorar la anterior pero por el momento quiero ver hasta qué etapa del desarrollo cuidan de la camada de pececillos que tienen en este momento.

Thursday, October 28, 2010

Los machos Hemichromis lifalili y una foto de los alevines

Los pececillos del desove actual están comenzando a tratar de nadar. La hembra aun no los ha sacado de la cavidad en que nacieron pero creo que lo hará una vez que comiencen a nadar. El macho está más agresivo que en los días anteriores y ahora los otros peces han tenido que refugiarse en el lado de la pecera opuesto al lugar donde ocurrió el desove. El padre de los pececillos ha desarrollado un impresionante color probablemente inducido por los efectos hormonales de la reproducción. En lugar de ser de un color rojo brillante como todos los lifalili que he visto por aquí, este macho ha desarrollado una multitud de puntitos azules que eclipsan su color rojo. El color rojo del macho es más oscuro que el de la hembra. La hembra sigue perdiendo peso ya que apenas sale de la cavidad donde están los pececillos. Es una excelente mama, por lo que veo todos o casi todos los que nacieron están aun vivos, ya se le ven claramente los ojos y la boca.

El color azul de las escamas del macho es difícil de capturar en una foto ya que el “flash” lo despinta hasta hacerlo ver casi blanco. Por eso incluyo unas fotos del macho bajo distintas iluminaciones. El macho subdominante es el pez menos colorido de la pecera y pasa casi todo el tiempo escondido o huyendo del macho dominante. Sin embargo no tiene las aletas rotas ni otras señales de abuso severo. Las hojas de teca y la vegetación flotante de la pecera le proveen al macho y a las hembras no reproductoras de refugios esconderse de los individuos reproductores.

fotografia con flash

macho fotografiado con luz del sol

macho y hembra

macho subdominate

La hembra cuida sus crias con un celo admirable

Alevines que ya han consumido una cantidad considerable del saco vitelino

Tuesday, October 26, 2010

Las Hemichromis lifalili hembra pelean por la cavidad del desove


Cuando hace unos días noté que la hembra lifalili tenía marcas de mordiscos sobre la boca, pensé que había sido peleando con el macho. Pero hoy me di cuenta que esta observación es no es correcta. Hoy pude observar como otra de las hembras lifalili retaba a la hembra que cuida los huevos y como ambas forcejeaban mientras se mordían en la boca. La hembra que cuida los huevos ganó el forcejeo ya que obviamente es la que tiene la mayor motivación pero la otra presento una resistencia fuerte. Como dicen en mi pueblo estas hembras pelearon “a lo macho”.  El macho nado alrededor de las hembras en un estado de gran excitación pero no intervino hasta que una de ellas huyo. Cuando la hembra perdedora huyo, el macho la persiguió aunque solo por un corto trecho.
La hembra que cuida los huevos ha perdido una cantidad de peso significativa desde el día del desove. Apenas come y se mantiene en un estado de alerta constante que la hace perseguir a todos los peces que se acercan al lugar donde están los alevines. Se nota ya claramente flaca comparada con los otros peces. He tratado de ofrecerle comida pero la hembra, apenas nota la cercanía de otro pez, deja de comer y se va a perseguirlo.

Los alevines están en buena condición y por su incesante movimiento, han consumido una buena parte de los nutrientes del saco vitelino. Ya se les puede ver claramente los ojos y algo de pigmentación en el cuerpo.

En la foto en que la hembra y el macho están juntos intimidando otra hembra pueden notar que el macho tiene muchas líneas de escamas de un color azul claro.  Tengo la impresión de que las otras hembras están tratando de seducir al macho.  Por lo menos una de ellas parece que quisiera expulsar a la hembra de la cavidad donde están los alevines para ella poder usarla para desovar.  Esta hembra se ve gorda y tiene excelente coloración, me pregunto si podrá convencer al macho de que abandone a su pareja y desove con ella.

Sunday, October 24, 2010

La hembra Pez Joya rojo Hemichromis lifalili y sus alevines




Los huevos de la hembra Hemichromis lifalili sobre la cual escribi en el “post” anterior eclosionaron en el fin de semana. Los alevines que nacieron se encuentran en el fondo de la cavidad donde ocurrió el desove. Los alevines forman una masa llena de vibrante actividad ya que todos ellos mueven sus diminutas colas incesantemente. En esta etapa de su desarrollo se les llama alevines porque aun no son peces propiamente formados. En la foto de la masa de alevines lo único que se ve con buena definición son los sacos vitelinos que están pegados al vientre de los mismos. El alevín en si es poco más que una línea de tejido muscular de unos pocos milímetros de largo. Debido a que los alevines mueven sus diminutos cuerpos vigorosamente y que son transparentes no se les puede distinguir en la foto en que aparece la masa de alevines sola. Pero se pueden distinguir algunos puntitos negros encima de los sacos vitelinos. Estos puntitos darán origen a los ojos y al sistema nervioso de los pececitos.
La hembra defiende a sus alevines con ferocidad, en la foto podemos ver que tiene una mordida en la parte superior del área de la boca. No sé cuál de los peces en la pecera la mordió pero sospecho que fue el macho con el cual ella desovó. Para mi sorpresa la hembra se mostró agresiva con el macho cuando este se acerco al tronco del desove y evito que entrara donde estaban los alevines bloqueándolo de entrar, arqueando su cuerpo y levantado las escamas que cubren las agallas. El macho por su parte se mantuvo la mayor parte del tiempo al otro lado de la pecera con los demás peces, su nivel de agresividad era reducido comparado con el de la hembra.
El desove anterior que ocurrió en la pecera fue producto del mismo macho de este desove pero con una hembra distinta. Al parecer el macho perdió el interés por ese desove en cuanto los alevines nacieron y dejo a la hembra sola defendiendo las crías. La hembra del desove anterior sacó a los alevines del tronco y los escondió en una depresión en el material del fondo de la pecera, pero no pudo defenderlos sola de los otros peces y los perdió.
En unos pocos días la hembra de esta foto también moverá sus alevines para el fondo de la pecera. Está por verse si el macho la ayudara a defenderlos. Por lo que pude ver el macho demostraba un comportamiento un tanto ambiguo, con agresividad pero parecía al mismo tiempo estar echándole un ojo a las otras hembras, esto último no augura bien para la supervivencia de los alevines.

Saturday, October 23, 2010

Hembra pez joya del Congo (Hemichromis lifalili) cuidando un desove

















En esta foto podemos ver a una hembra lifalili atendiendo un desove. En la imagen se ve a la hembra usando sus aletas pectorales para crear corrientes de agua sobre los huevos para que estos reciban el oxigeno que necesitan para vivir. La hembra también toca a los huevos con su boca. Se dice que la hembra elimina de la nidada a los huevos que se infectan por hongo. La verdad es que la puesta se ve inmaculada así que la hembra en esta imagen está logrando exitosamente controlar el ataque del hongo en sus huevos. Este es el segundo desove de mis lifalili. Estos peces han resultado precoces, comenzaron a desovar cuando median apenas unas dos pulgadas y media, cerca de cuatro semanas después de haberlos adquirido. Se dice que adultos pueden alcanzar las seis pulgadas de largo pero la mayoría de los que he visto localmente no pasan de las cuatro. Cuando están en el proceso de desove se muestran especialmente agresivos con los otros peces. Para lograr esta foto tuve que planificar cuidadosamente como iba a proveer a los peces de lugares apropiados para el desove para evitar que desovaran en un lugar oculto o inaccesible que no me permitiera tomar buenas fotos. Los lifalili prefieren desovar en espacios cerrados por lo cual es común que los acuaristas les provean de tiestos de terracota, usualmente puestos de lado sobre el substrato. El problema es que este tipo de arreglo, en una pecera como la mía, hace difícil el fotografiar la puesta y el comportamiento de cuido de los huevos. Por eso coloque en la pecera unas raíces de cerámica que tienen en su tope una cavidad tubular. Para eliminar la probabilidad de un desove en otro lugar, no use en la pecera ningún otro objeto que tuviera cavidad alguna que los peces pudieran usar para desovar. Como la apertura de la cavidad da hacia la superficie, resulta relativamente fácil fotografiar la puesta y a la hembra cuidándola.